Las tarjetas de crédito son herramientas muy útiles que permiten comprar productos de manera inmediata y distribuir el pago en cuotas. Sin embargo, su uso requiere responsabilidad, ya que los intereses pueden aumentar rápidamente el valor de las compras si no se manejan correctamente. ¿Qué sucede con los electrodomésticos? ¿Cuál es el número ideal?Las tarjetas de crédito son una excelente opción cuando comprar un producto al contado resulta complicado; sin embargo, si no se usan de manera responsable, pueden convertirse en un verdadero problema. Por ello, es fundamental conocer su utilidad y comprender cómo funcionan las cuotas en cada caso. Según la página DataCrédito, existen recomendaciones clave que debe seguir para no afectar su historial crediticio.Es recomendable diferir las compras de productos de largo uso, como muebles y electrodomésticos, a un máximo de 36 cuotas. Este tipo de bienes generalmente tiene una vida útil prolongada, por lo que financiar su adquisición en plazos más largos permite al comprador distribuir el costo sin afectar su presupuesto mensual. Además, facilita planificar las finanzas y evitar sobrecargar la tarjeta con pagos elevados en un solo mes.(LEA MÁS: Está en Boyacá y casi nadie lo visita: el pueblo con las mejores arepas de maíz pelado)Tarjeta de créditoFuente: CanvaPor otro lado, los productos de tecnología, que suelen tener una vida útil aproximada de tres años, deberían diferirse a un máximo de 24 cuotas. Esto asegura que el pago se complete dentro del tiempo en que el producto sigue siendo útil y competitivo, evitando que los intereses acumulados superen el valor real del artículo. De esta manera, se logra un equilibrio entre comodidad en el pago y responsabilidad financiera.(LEA MÁS: En este rincón escondido de Boyacá hacen el mejor mute del país, pero nadie lo menciona)Según indica BBVA México, algunos productos conviene comprarlos en una sola cuota y esto se debe a que pagar todo de una vez no solo evita intereses adicionales, sino que también permitemantener un control más claro sobre el presupuesto. Entre estos productos encontramos:1. Tienen bajo valor o consumo rápido: Alimentos, artículos de limpieza o productos de uso diario son ejemplos claros. Estas compras se reemplazan con frecuencia, por lo que no conviene alargar los pagos. Dividir este tipo de gastos en muchas cuotas genera más complicaciones que beneficios.2. Se deprecian rápido: La tecnología de consumo, como smartphones, tablets o laptops, suele actualizarse constantemente y pierde valor rápidamente. Si se financian en muchas cuotas, existe el riesgo de terminar pagando más por un producto que ya vale menos que el precio que se está abonando.3. Generan intereses altos: Algunos comercios o tarjetas de crédito aplican tasas de interés elevadas cuando se difiere el pago. En estos casos, limitar la cantidad de cuotas es fundamental para evitar que el costo final del producto se incremente de manera significativa. 4. No son esenciales: Los productos de lujo o caprichos, como accesorios de moda, gadgets o artículos de entretenimiento, pueden comprometer su economía si se financian en demasiadas cuotas. Al tratarse de gastos prescindibles, es recomendable pagar de una vez o en pocas cuotas, evitando que interfieran con obligaciones más importantes.