Los pimientos asados son uno de esos platos sencillos pero deliciosos que dan mucho juego en la cocina. Puedes utilizarlos en ensaladas, como acompañamiento o incluso en salsas. Sin embargo, hay un error muy común al prepararlos que puede estropear su sabor y su textura . Si alguna vez has hecho pimientos asados, probablemente hayas cometido este error sin darte cuenta: pelarlos bajo el grifo. Aunque parece una buena idea, en realidad hace que pierdas el jugo y el sabor de los pimientos, que quedarán secos y deslucidos. Pero no te preocupes, hay una forma mucho mejor de hacerlo. Y en GURMÉ te la vamos a explicar. Si sigues nuestro truco, tendrás pimientos asados perfectos con todo su sabor y toda su jugosidad. Cuando se asan pimientos, la piel se pone oscura y, por lo general, la quitamos para disfrutar mejor de su carne tierna. Muchas personas optan por pelarlos bajo el grifo para facilitar el proceso, pero este truco suele ser un error. El agua del grifo elimina la piel de la que queremos deshacernos, pero también se lleva el jugo natural del pimiento, que es donde se encuentra gran parte de su sabor característico. Así, al mojar los pimientos, se pierde una gran cantidad de su sabor concentrado, lo que deja un resultado final menos sabroso. El truco para evitar este error y conseguir unos pimientos asados perfectos es mucho más sencillo de lo que parece. En lugar de pelarlos bajo el agua, lo que debes hacer nada más sacarlos del horno es colocarlos en un recipiente tapado o meterlos en una bolsa de plástico. Este paso es clave a la hora de hacer pimientos asados y pelarlos sin problemas. Y es que el vapor que generan los pimientos al enfriarse es el que ayuda a que la piel se desprenda por sí sola, sin que pierdan el jugo ni el sabor. Deja los pimientos asados dentro del recipiente o la bolsa durante unos 15 minutos. Este tiempo es suficiente para que el vapor haga su trabajo. Pasado este tiempo, verás cómo la piel se desprende fácilmente y casi sin esfuerzo. Obtendrás unos pimientos asados mucho más jugosos y sabrosos. Además, al no haber entrado en contacto con el agua, se conserva todo su sabor intacto, lo que hará que el plato final sea mucho más delicioso. El truco del vapor funciona porque, al meter los pimientos en un recipiente tapado, se crea un ambiente cerrado en el que se conserva el calor y la humedad que han liberado durante el asado. Esto hace que la piel se afloje sin necesidad de frotarla con agua, conservando el jugo que se encuentra dentro del pimiento y que aporta todo su sabor. Ten en cuenta que no debes dejar los pimientos asados demasiado tiempo en el recipiente cerrado. Si lo haces, pueden pasarse de cocción. Por eso el tiempo recomendado es de unos 15 minutos. Si no tienes un recipiente que puedas cerrar y no quieres usar una bolsa de plástico, también puedes utilizar un paño de algodón limpio. Eso servirá para envolver los pimientos y crear el vapor necesario para pelarlos fácilmente. Además, este truco funciona también con otros alimentos. Pruébalo con las berenjenas, para pelar tomates y otros vegetales que se suelen asar y pelar. También tenemos otros trucos para pelar los pimientos crudos , para pelar aguacates fácilmente e incluso para pelar ajos sin usar las manos . Míralos, ¡te facilitarán mucho el trabajo en la cocina!