La empresa Colossal Biosciences ha convertido en una especie de taller genético su laboratorio, donde ratones modificados genéticamente actúa como prototipos vivos de lo que podría ser un mamut lanudo del siglo XXI. Estos ratones, con pelajes largos, rizados y dorados, no son fruto de la casualidad. Científicos han editado genes relacionados con el metabolismo, la grasa subcutánea y el color del pelo, simulando rasgos claves del mamut adaptado al frío extremo.Aunque se trate de una especie distinta, este modelo funciona como prueba de concepto para verificar la funcionalidad de los genes antes de aplicarlos en especies mayores. Es el equivalente a probar un software en una maqueta antes de lanzarlo al mercado.Reconstruyendo el ADN congelado: una proeza genómicaUno de los grandes saltos tecnológicos fue la reconstrucción del genoma completo de un mamut lanudo de 52 000 años, conservado por congelación en Siberia. Pero el logro no se detuvo ahí: los investigadores también pudieron mapear la arquitectura tridimensional del genoma, un avance crucial para entender cómo se activan y regulan los genes en el organismo original.Este conocimiento abre las puertas a una edición genética mucho más precisa, permitiendo que los nuevos organismos no solo tengan el ADN, sino también las estructuras celulares necesarias para que ese ADN funcione como lo hacía en su tiempo.Híbrido elefante-mamut: ciencia y pragmatismoDado que el elefante asiático comparte un 99,6 % de su ADN con el mamut, se ha elegido como base para el desarrollo de un híbrido que posea genes clave del mamut: pelaje denso, grasa aislante, hemoglobina adaptada al frío y otras características necesarias para vivir en la tundra. La técnica consiste en introducir genes del mamut en embriones de elefante mediante herramientas como CRISPR, un proceso que sigue en etapa experimental.No se busca «revivir» al mamut tal como fue, sino crear un organismo funcionalmente equivalente: un «mamufante» capaz de sobrevivir en condiciones frías y, potencialmente, ayudar en proyectos ecológicos como la restauración de ecosistemas perdidos.Objetivo 2028: cronograma y estrategias de nacimientoColossal Biosciences ha anunciado que espera lograr el nacimiento del primer mamufante para 2028. Las estrategias incluyen tanto el uso de elefantes asiáticos o africanos como madres sustitutas, como la investigación en el desarrollo de un útero artificial, una tecnología aún en fase inicial pero que evitaría los dilemas éticos vinculados al embarazo animal.Este tipo de compromiso con fechas concretas, aunque ambicioso, sirve para visibilizar el proyecto ante la opinión pública y atraer inversión, pero también aumenta las expectativas y presiones sobre un proceso que aún enfrenta grandes incertidumbres.Más allá del mamut: dodos, tilacinos y lobosEl catálogo de objetivos de Colossal no se limita al mamut. La empresa también trabaja en revivir especies como el dodo, el tilacino (o tigre de Tasmania) y el lobo terrible. En algunos casos, como con perros domésticos, ya han logrado insertar genes que reintroducen rasgos de lobos prehistóricos, como un olfato más agudo o comportamientos instintivos.Cada proyecto tiene su propio nivel de dificultad, dependiendo del grado de conservación del ADN original y de la existencia de especies cercanas vivas que sirvan como base genética. Aun así, todos comparten una idea común: la ingeniería genética como herramienta para recuperar biodiversidad perdida.Conservación o espectáculo: críticas al enfoqueNo todos están convencidos de que estos proyectos sean la mejor forma de invertir recursos. Numerosos científicos argumentan que la des-extinción no puede recuperar especies extintas tal como fueron, ya que el comportamiento, interacciones y aprendizaje social no se transmiten por ADN.Más que resucitar especies, estos experimentos podrían tener más valor como laboratorios para aprender sobre genética y conservación, aplicando el conocimiento a especies actualmente amenazadas.Otros críticos acusan a estos proyectos de ser espectáculos biotecnológicos que distraen de las prioridades reales: proteger las especies vivas que están en peligro hoy, y no invertir millones en traer de vuelta a animales extintos.Riesgos ecológicos y éticos: un ecosistema no esperaIntroducir un «nuevo mamut» en el ártico podría tener efectos impredecibles en los ecosistemas modernos. Las condiciones han cambiado desde la extinción del mamut, y su reaparición podría afectar negativamente a especies actuales, o incluso convertirse en una especie invasora.Por otro lado, el uso de elefantes vivos como portadoras implica dilemas importantes: abortos espontáneos, sufrimiento durante el embarazo, riesgos en el parto y la falta de conocimiento sobre cómo criar un animal tan distinto a los actuales. El camino hacia un útero artificial, aunque prometedor, aún no está listo para solucionar estos conflictos.Desde una perspectiva económica, también se cuestiona si los enormes costos financieros de estos proyectos podrían usarse de forma más eficiente para salvar especies en peligro crítico.El argumento climático: mamuts contra el deshieloUna de las justificaciones más intrigantes es que un mamufante podría contribuir a mitigar el cambio climático. Al pisotear y compactar la nieve, se evitaría que el permafrost se derrita, liberando gases de efecto invernadero. Además, podría restaurarse la llamada «estepa del mamut», un ecosistema que almacenaba carbono de forma eficiente.Estas propuestas son por ahora hipótesis teóricas y no han sido demostradas en condiciones reales. Aun así, muestran el potencial de estos experimentos como parte de una estrategia más amplia para restaurar el equilibrio ecológico.Lo posible, lo deseable y lo responsableEl renacimiento del mamut lanudo ya no es una idea exclusiva de la ciencia ficción. Con avances como la edición de genes en modelos animales, la reconstrucción del genoma completo y la ambición de crear híbridos funcionales, la des-extinción se está convirtiendo en una realidad técnica.Pero el futuro de estos proyectos dependerá tanto de la ciencia como de la reflexión ética y ecológica. La pregunta no es solo si podemos traer de vuelta una especie extinta, sino si debemos hacerlo, y con qué fines.La noticia La ciencia de la des-extinción: avances reales y dilemas de un futuro con mamuts fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.