Un desierto chino empieza a teñirse de verde. No fue un milagro, fueron siete millones de paneles solares

Wait 5 sec.

En Qinghai, una planta fotovoltaica del tamaño de Madrid no solo genera energía para millones de hogares: también está cambiando el paisaje. Los paneles frenan la erosión, conservan humedad y han creado praderas donde ahora pastan miles de “ovejas fotovoltaicas”.