Esta noticia es una publicación original de Cinemascomics.com¿Alguna vez has pasado una noche en un hotel tan siniestro que sientes que algo te observa desde la oscuridad? Pues eso fue exactamente lo que le pasó a Guillermo del Toro mientras buscaba localizaciones para El Hobbit, y lo dejó tan marcado que todavía lo recuerda con escalofríos. Lo peor: no fue un orco ni un dragón quien lo asustó, sino un fantasma muy poco educado.El cineasta mexicano, conocido por su amor por los monstruos y lo sobrenatural, confesó que aquella experiencia lo traumatizó por completo. Sí, el mismo tipo que nos presentó criaturas espeluznantes en El laberinto del fauno y La forma del agua, terminó siendo la víctima de una noche paranormal mientras trabajaba en El Hobbit: Un viaje inesperado. ¿Ironía del destino o simple justicia cósmica? Tú decides.Por cierto, si tú también te habrías cambiado de habitación en ese momento, coméntalo y síguenos en Google News para más historias como esta, que ni Gandalf se las ve venir.Una noche de terror en Nueva Zelanda, país de rodaje de El HobbitTodo ocurrió en el legendario Waitomo Caves Hotel, uno de esos lugares que parecen sacados directamente de un relato de Tolkien. Mientras estaba en Nueva Zelanda buscando localizaciones para El Hobbit, Del Toro pidió, como buen amante de lo macabro, quedarse en la habitación más embrujada del hotel. Ya sabes, ese tipo de cosas que solo se le ocurren a alguien que ha diseñado demonios, fantasmas y autómatas con alma.“Siempre que voy a un hotel embrujado, pido la habitación más activa”, contó en el programa Jimmy Kimmel Live! con una sonrisa nerviosa. Pero aquella noche fue diferente. Mientras veía tranquilamente The Wire, escuchó lo que describió como “un asesinato completo en mitad de la habitación”. Gritos, cuchilladas, llantos… lo bastante vívido como para que cualquier cazafantasmas saliera corriendo.Según relató, se quedó completamente paralizado. No se atrevía ni a mirar hacia el balcón por miedo a encontrarse algo. “Me puse los auriculares y no dormí nada. Me quedé toda la noche mirando la pantalla del ordenador”, confesó. Lo mejor de todo es que, según él, no había nadie más alojado en esa parte del hotel. Ni siquiera el gerente. Estaba completamente solo en el ala este.¿Te imaginas estar ahí, con la habitación en silencio y de repente escuchar un crimen fantasmal? Cualquiera se replantea su carrera como director de películas oscuras.El Hobbit, el proyecto que casi fue suyoAntes de que Peter Jackson retomara el timón, Guillermo del Toro iba a dirigir El Hobbit, precuela directa de El Señor de los Anillos basada en la novela de J. R. R. Tolkien. El plan original era que dirigiera las dos primeras entregas, pero tras años de retrasos, problemas de producción y noches de insomnio (ahora entendemos por qué), decidió abandonar el proyecto.Aun así, su huella quedó grabada en la preproducción. Ayudó a diseñar escenarios, criaturas y el tono visual que más tarde Jackson mantendría. Sin embargo, si algo dejó claro esta experiencia es que el viaje de Bilbo Bolsón no solo fue peligroso para los personajes, sino también para su propio director original.Un viaje inesperado… también para Del ToroEl HobbitEl Hobbit: Un viaje inesperado, estrenada finalmente en 2012, sigue las aventuras de Bilbo Bolsón, un hobbit tranquilo que vive en la Comarca y que un día recibe la visita de Gandalf y un grupo de enanos liderados por Thorin Escudo de Roble. Su misión: recuperar el tesoro guardado por el dragón Smaug en la Montaña Solitaria. Lo que empieza como una excursión acaba convirtiéndose en una épica travesía llena de trolls, orcos, elfos, y por supuesto, un misterioso anillo.La trilogía continuó con La desolación de Smaug (2013) y La batalla de los cinco ejércitos (2014), completando la precuela del universo que Jackson había iniciado con El Señor de los Anillos. Visualmente espectacular y con una banda sonora inolvidable, la saga amplió la mitología de la Tierra Media, aunque muchos fans aún debaten si era necesario dividirla en tres películas. ¿Tú qué opinas?Lo cierto es que, con o sin fantasmas, El Hobbit terminó siendo una odisea tanto delante como detrás de las cámaras.Del terror al streamingLo curioso es que, años después de esa pesadilla en el Waitomo Hotel, Guillermo del Toro sigue explorando el lado más oscuro de la fantasía. Su próximo proyecto, Frankenstein, llegará a Netflix el 7 de noviembre de 2025, y promete una nueva dosis de poesía, monstruos y emociones intensas. Si esta vez escucha ruidos extraños durante el rodaje, al menos sabrá que no es culpa de ningún fantasma… probablemente.Guillermo Del Toro (cordonpress)Del Toro ha demostrado una y otra vez que el miedo puede ser tan bello como devastador, y quizá esa experiencia con El Hobbit fue el recordatorio perfecto de que hasta los maestros del terror tienen noches en vela.Un toque final digno de la ComarcaPuede que nunca lleguemos a ver cómo habría sido El Hobbit dirigido por él, pero no cuesta imaginarlo: un Bilbo con más melancolía, paisajes que parecen susurrar secretos y criaturas llenas de humanidad. Tal vez, en ese universo alternativo, hasta los fantasmas del Waitomo Hotel tendrían cameo.Así que ya sabes: si alguna vez visitas Nueva Zelanda y alguien te ofrece “la habitación más embrujada”, quizá quieras recordar lo que le pasó a Guillermo del Toro durante El Hobbit. Porque en la Tierra Media puede que los espectros sean cosa de magia… pero en la vida real, parece que también tienen contrato con el cineasta más monstruosamente encantador de todos.¿Y tú? ¿Te atreverías a dormir en el hotel que le dió un susto de muerte a Guillermo del Toro? Dímelo en comentarios.Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com