Cada vez hay más personas en el mundo que tienen enfermedad renal crónica (ERC), una patología que produce la pérdida lenta de la función de los riñones y que es un importante factor de riesgo para otras enfermedades, como la cardiovascular. Según el último informe publicado en ' The Lancet ', los casos de ERC se han duplicado con creces desde 1990, alcanzando casi los 800 millones en todo el mundo. Los datos provienen del estudio Carga Mundial de Morbilidad (GBD) 2023, que analizó las tendencias de la ERC en adultos de 20 años o más en 204 países y territorios desde 1990 hasta 2023 y que ha sido dirigido por investigadores del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y la Universidad de Glasgow . Según el documento, en 2023, la ERC fue la novena causa principal de muerte en todo el mundo mundial, cobrándose casi 1,5 millones de vidas, y la duodécima causa principal de discapacidad. Destaca que a diferencia de la mayoría de las demás causas principales de muerte, la tasa de mortalidad mundial estandarizada por edad por ERC aumentó de 24,9 por 100.000 habitantes en 1990 a 26,5 por 100.000 habitantes en 2023. Países como China e India tienen el mayor número de personas afectadas por la ERC, con 152 millones y 138 millones respectivamente. Pero la enfermedad está muy extendida, y EE.UU., Indonesia, Japón, Brasil, Rusia, México, Nigeria, Pakistán, Bangladesh, Irán, Filipinas, Vietnam, Tailandia y Turquía reportan cada uno más de 10 millones de adultos que viven con este grave problema de salud. «La enfermedad renal crónica es una creciente crisis de salud mundial, pero gran parte de su impacto es prevenible. Reducir las muertes es esencial para alcanzar el objetivo de la OMS de reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles en un tercio antes de 2030 », asegura Lauryn Stafford, coautora e investigadora del IHME. El estudio también destaca las enfermedades renales como un factor importante en los trastornos cardiovasculares y señala los factores de riesgo que impulsan su aumento. En 2023, la disfunción renal representó casi el 12% de las muertes cardiovasculares a nivel mundial, ocupando el séptimo lugar entre los factores de riesgo de mortalidad cardiovascular, por delante de la diabetes y la obesidad. La investigación identifica 14 factores de riesgo específicos para la ERC, siendo la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad los principales responsables de la pérdida de años de vida saludables. Los factores dietéticos, como el bajo consumo de frutas y verduras y el alto consumo de sodio, también contribuyeron de forma significativa. «La enfermedad renal crónica es un importante factor de riesgo para otras causas principales de pérdida de salud y, a la vez, una carga de enfermedad significativa por sí misma. Sin embargo, sigue recibiendo mucha menos atención política que otras enfermedades no transmisibles, incluso cuando su impacto crece más rápidamente en las regiones que ya enfrentan las mayores desigualdades en salud», afirma Theo Vos, uno de los autores principales del estudio. Por otro lado, el creciente aumento de la obesidad y la diabetes , junto con el envejecimiento de la población mundial, está generando una carga cada vez mayor de la enfermedad. En 2023, la mayoría de las personas con ERC se encontraban en las primeras etapas de la enfermedad (etapas 1-3). Esto subraya la importancia de los programas de detección precoz y las estrategias de reducción de riesgos, incluyendo tratamientos más accesibles para controlar la glucemia y la presión arterial. Estas medidas pueden reducir la mortalidad cardiovascular excesiva y retrasar la necesidad de costosos trasplantes renales en etapas avanzadas de la enfermedad.