Ha pasado poco más de un año desde que la familia García Obregón puso a la venta El Manantial , la lujosa residencia de verano ubicada en una privilegiada zona de Costa de los Pinos, en Mallorca. Fue a finales de agosto de 2024 que la viviendaa apareció anunciada en un portal inmobiliario con un precio de 35 millones de euros. En ese entonces, los hermanos de Ana Obregón se mostraron «molestos» por la filtración de la noticia, puesto que su intención era mantener la operación en estricta discreción, motivo por el cual poco tiempo después el anuncio fue modificado y el precio retirado. Según ha revelado 'El Español', cualquier persona interesada en la propiedad puede contactar con la agencia inmobiliaria a cargo de la venta para coordinar las visitas o preguntar cualquier detalle. Además, cabe resaltar que en el último año incluso, se llegó a hablar de un posible comprador. Sin embargo, la operación no se llegó a concretar y la villla continúa en el mercado. El Manantial no es una casa cualquiera. Construida a finales de los años 60 por Antonio García Fernández, padre de Ana, la vivienda fue concebida como un auténtico refugio junto al Mediterráneo. Sobre una parcela de más de 6.000 metros cuadrados , la residencia combina elegancia, intimidad y lujo en partes iguales. En su interior se distribuyen siete suites con baño privado y vistas al mar, amplias zonas de descanso y una decoración que refleja el estilo clásico y luminoso de la familia. El exterior no se queda atrás: un jardín de diseño meticuloso con fuente de mármol, piscina, pista de pádel e incluso un área destinada al aterrizaje de helicópteros completan la experiencia de este enclave único. Durante años, esta villa fue el epicentro de los veranos de Ana Obregón, escenario de incontables posados y portadas que la consagraron como la «reina del verano». Desde allí, con el mar de fondo, la actriz daba la bienvenida a la temporada estival, convirtiendo su imagen en traje de baño en un clásico de la prensa. Por eso, la eventual venta de El Manantial supondría el cierre de un capítulo de 33 años de glamour, familia y recuerdos compartidos. En una de sus declaraciones más sinceras, Ana reconoció: «Yo dudé, pero mis hermanos no y hay que respetarlo. Será duro», expresó hace unos meses, dejando entrever la carga emocional que conlleva desprenderse del hogar familiar. Ahora, lejos de los focos televisivos, Ana ha encontrado su equilibrio en su papel como abuela. Su nieta, Ana Sandra, nacida hace dos años, es hoy el centro de su vida. Según informó el citado medio, la actriz habría decidido que, a partir de 2026, no volverá a mostrar a la pequeña en los medios de comunicación, con el objetivo de garantizarle una infancia lo más privada posible antes de su ingreso en el colegio.