Los ecosistemas acuáticos de todo el mundo se están calentando, y la Amazonia no ha sido ajena a este fenómeno. En los últimos años, los ríos y lagos del mayor bosque tropical del planeta han registrado niveles de calor sin precedentes, como síntoma del calentamiento global que está transformando los trópicos. En 2023, una sequía y una ola de calor extremo elevaron la temperatura de las aguas a niveles jamás registrados: hasta 41 grados, según un estudio publicado este jueves en la revista Science. Este calentamiento golpeó especialmente a especies marinas y la supervivencia de las comunidades ribereñas que dependen del agua para sobrevivir.Seguir leyendo