Mi yo trasplantado: Un alto porcentaje de receptores de órganos podría experimentar cambios de personalidad

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Isabel Allende escribió que "un órgano puede cambiar un cuerpo, pero también transformar un alma" y precisamente de la generosidad y magia intrínseca a los trasplantes vamos a hablar ahora.España es experta en batir récord tras récord si de trasplantes hablamos. En 2024 alcanzó los 6.464, lo que supone una tasa de 132,8 trasplantes por millón de población y la mayor actividad registrada hasta la fecha en el país, con un incremento del 10% con respecto a la cifra de 2023. Es injusto que tras la cifra se pierda el verdadero valor de estos datos, porque detrás de cada una de estas intervenciones hay dos vidas propias.En 2024, se realizaron en nuestro país 1.866 trasplantes renales, 579 hepáticos, 272 pulmonares, 101 cardíacos, 24 pancreáticos y un trasplante de cara de donantes en asistolia, es decir de aquellos a los que se les diagnostica la muerte.La generosidad de entregar un órgano propio a otra persona oculta la posibilidad de seguir vivos incluso tras la muerte, y ya no solo de una forma mística, sino que varios estudios apuntan a que un alto porcentaje de personas trasplantadas experimentan cambios en su personalidad.¿Qué da forma a mi yo?El último de estos estudios se publicó en la revista Transplantology y fue liderado por Mitchell Liester, de la Universidad de Colorado. De sus investigaciones se concluye que el 89% de los receptores de órganos que participaron en el ensayo experimentaron cambios en su personalidad. Además, el porcentaje de participantes que informaron algún cambio de personalidad fue comparable entre los receptores de trasplantes de corazón (91,3%) y los receptores de otros trasplantes de órganos (87,5%).La letra pequeña de este estudio se encuentra en la muestra de estudio ya que ha sido muy pequeña, en total 47 participantes a los que se les pidió información sobre 16 tipos diferentes de cambios de personalidad, incluidos cambios de temperamento, emociones, preferencias de comida, música, deportes, colores, religión, etc.La diferencia más llamativa entre los cambios experimentados en receptores de corazón o de otros órganos radica en que los primeros referenciaron cambios en sus atributos físicos, claro que tras el trasplante estos pacientes tuvieron un mejor funcionamiento cardíaco que se traduce en un incremento de energía y de la tolerancia a la actividad física.Pero también se recogen en los gustos de comida, en la música, el arte o el sexo. Aparecen nuevos recuerdos, sentimientos de euforia, una mayor adaptación social y sexual, mejora de las capacidades cognitivas y episodios espirituales o religiosos.Dónde se almacenan los recuerdosAunque cierto es que tras estos estudios no se puede afirmar con rotundidad que los trasplantes provoquen cambios en la personalidad también hay que considerar las experiencias de quienes así lo perciben.Claire Sylvia recibió, cerca de los 50 años, el corazón de un joven de 18 que sufrió muerte cerebral tras un accidente de motocicleta. Su trasplante fue único no solo porque se convirtió en la primera persona de Nueva Inglaterra con un trasplante de este tipo sino también por los cambios posteriores.Durante el postoperatorio una periodista le preguntó que deseaba hacer ahora y ella sorprendiéndose a si misma contestó: "En realidad, me muero por una cerveza ahora mismo". Días más tarde reconoció que se arrepentía de esa respuesta por considerarla frívola y además, porque no le gustaba la cerveza. Ella aseguró que había desarrollado nuevos gustos por cosas que antes no le gustaban como los pimientos verdes. En el aspecto emocional dejó de sentirse sola, ahora siempre se sentía acompañada y más segura que antes. Una noche, soñó con un hombre llamado Tim al que no conocía y años después leyó el obituario de un joven de 18 años que murió en un accidente de motocicleta justo antes de recibir su nuevo corazón y pulmones. Su nombre era Tim. Claire se puso en contacto con su familia y comprobó que sus nuevos gustos eran los de su donante.Según recoge 'Psychology Today', en 1997 el neuropsicólogo Paul Pearsall publicó un artículo dando voz a 10 receptores de trasplantes de corazón que experimentaron cambios de personalidad paralelos a las personalidades de sus donantes.Aceptando la limitación de una muestra pequeña los resultados refuerzan los obtenidos en estudios previos y abren nuevos debates al respecto.¿Dónde se almacenan los recuerdos? Santiago Ramón y Cajal sugirió en 1894 que los recuerdos se almacenan en las sinapsis cerebrales, pero si estos cambios de personalidad se certifican como ciertos ¿podrían también almacenarse los recuerdos en órganos trasplantados? El corazón siempre se ha asociado al órgano del amor. ¿Pueden tus sentimientos cambiar si cambia tu corazón?Hasta la fecha la idea de que la memoria pueda almacenarse en órganos diferentes al cerebro carece de evidencia científica aunque cada vez se conocen más estudios al respecto como por ejemplo, uno publicado en Nature Communications a finales de 2024 que mostraba el efecto del "aprendizaje espaciado" en células humanas no neuronales.Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.