Del retrato robot al "retrato genético": así permite el ADN poner rostro a crímenes sin resolver

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Durante décadas, los retratos robot nacían de la memoria de los testigos. Aquellas descripciones, a veces difusas, guiaban a dibujantes y, más tarde, a infografistas que montaban rostros probables a partir de piezas sueltas. Hoy el método ha dado un salto: el ADN se ha convertido en una herramienta para “dibujar” caras con criterios medibles y no con impresiones. Una gota de sangre, una colilla o un simple pelo pueden transformarse en un perfil físico útil cuando no hay imágenes ni testigos fiables.“Se puede se puede identificar a día de hoy color de piel, pelo y ojos, también color de cejas, tipo de pelo, si tienes o no pecas, la ancestralidad, la edad”, explica una investigadora. Esa primera capa, biométrica y objetiva, ya ofrece un filtro potente: permite descartar perfiles que no encajan con la información genética disponible. En palabras de un forense, “descartarán personas, no ojos azules, será morena”.El siguiente paso está en el territorio morfológico: cómo se distribuyen y proyectan los volúmenes de la cara. “Podemos llegar a recomponer la forma de la nariz, la barbilla, la frente con bastante detalle”, apuntan fuentes forenses. Los equipos que trabajan en fenotipado genético concentran esfuerzos en traducir variantes del ADN en patrones faciales, un puente complejo entre genética y anatomía. “La forma de la cara, hay mucha gente investigando porque te daria mucha informacion y permitir tener un retrato robot que si no tienes testigos ni nada con lo que comparar”, añade otra científica.Una ayuda para reabrir casos y dar nombre a desaparecidosLa utilidad va más allá de un retrato estático. Reorienta búsquedas y acota sospechosos en investigaciones bloqueadas, permite reconstruir la apariencia de víctimas sin identificar y abre la puerta a revisar casos antiguos con tecnología actualizada. “En cuestion de 10/15 años se podría seguramente tener retarto robot como una fotografia”, pronostica un forense. No se trata solo de atrapar a quien escapó: también de devolver nombres y rostros a quienes los perdieron.El salto desde el boceto “a mano” a la predicción basada en ADN no elimina el trabajo policial, lo ordena. Hoy, sin testimonios o cámaras, los datos genéticos ofrecen un primer retrato sobre el que sumar indicios y pruebas. Y aunque el margen de error se estrecha, la prudencia sigue siendo clave: cada rasgo confirmado reduce el círculo, mejora las búsquedas y aporta rigor a la investigación.7Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.Puedes ver el informativo completo 'Noticias 2' en Atresplayer.