El arte, la cultura y el deporte fueron los protagonistas de una jornada cargada de emoción en la Factoría Cultural del Polígono Sur , donde la Fundación Alalá celebró su décimo aniversario. Diez años de trabajo constante, de transformar exclusión en oportunidades , y de sembrar esperanza a través de la educación artística y los valores. Fundación Alalá -que en caló significa «alegría» - nació con el propósito de promover la integración social mediante la formación en distintas disciplinas culturales y deportivas. Actualmente, más de 400 niños, jóvenes y adultos asisten de forma gratuita a clases de guitarra, baile, cante, percusión, teatro, fútbol, artes plásticas o costura en sus sedes de Sevilla y Jerez. En total, más de 2.200 alumnos han pasado ya por sus escuelas . Durante el acto, el presidente de la fundación, José María Pacheco , arrancó su discurso recordando que «para muchos de nuestros alumnos, el arte se ha convertido en un camino de vida; este año, diez de ellos terminarán la universidad y se incorporarán al mercado laboral». El evento contó Juan Luis Muñoz Escassi como pesentador, así como con testimonios y reflexiones sobre el impacto del arte y la cultura como motores de inclusión. Entre los asistentes estuvieron la infanta Elena ; el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz ; la Consejera de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Patricia Del Pozo ; el cantaor Arcángel ; el artista José Manuel Soto ; el humorista César Cadaval ; el bailaor El Farru ; el profesor de la Universidad Loyola, Paco Pérez Valencla cineasta Remedios Malvárez , entre otros. Durante la primera mesa redonda se reflexionó sobre el impacto que ha tenido la Fundación Alalá en la sociedad. En ella, participaron Paco Pérez Valencia, Remedios Malvárez, Arcángel y El Farru. El profesor puso en valor la función del arte como mirada transformadora: «Nuestro mundo tiene muchas lagunas, y el arte hace todo lo posible por mirarlo desde un punto distinto. El arte no es otra cosa que amar el mundo sobre todas las cosas». También subrayó que «con amor y rebeldía se puede mejorar el mundo. La lucha es difícil, pero el arte y la educación deben ser sensibles y transformadores ». Por su parte, Remedios Malvárez habló de su experiencia al documentar la historia de Alalá y del poder del arte como herramienta social: «Además de expresar lo que uno lleva dentro, el arte tiene un poder transformador. Haber podido poner un granito de arena en todo este viaje me hace sentir muy feliz. Alalá era una caja de sueños y había que enseñarla al mundo ». Arcángel, referente internacional del flamenco, subrayó el valor educativo del arte, a pesar de que «socialmente es difícil a veces mover conciencia, pero afortunadamente, después de diez años, estamos aquí porque lo han conseguido. Aparte de lo que se ve por fuera, el arte tiene valores soterrados fundamentales , como el trabajo constante y el compromiso. Se les ha enseñado a los niños el camino del sacrificio, pero sobre todo el de la esperanza ». Por último, El Farru destacó la importancia del flamenco como vehículo de identidad y educación. «Es un gran acierto educar a través del arte, porque es sinónimo de verdad. La música educa, el flamenco educa. Todos sabemos que es la cultura de un pueblo, el gitano. Los niños gitanos crecen escuchando flamenco sin saber que esa música es la historia de su pueblo. Todavía existe un racismo oculto, y el flamenco les da voz y voto a esos niños a los que les cuesta integrarse». A continuación, Soraya , participante del taller de costura, relató en la segunda mesa redonda cómo la fundación le cambió la vida: «Gracias a Alalá me siento grande, porque sé que puedo hacer lo que quiera ». Además, testimonios como el de Alba Fernández , que estudió el doble grado en Psicología y Criminología gracias a la fundación, Loli Argudo , coordinadora Alalá Jerez, o el del percusionista Miguel Ángel Magüesín «Doctor Keli» , mostraron el impacto real de este proyecto en la vida de muchas personas. Uno de los momentos más emotivos fue el reconocimiento a tres figuras clave en la historia de Alalá: Emilio Caracafe , director artístico; Blanca Parejo , directora y «alma mater de la fundación»; y el propio presidente, José María Pacheco . «Trabajamos día a día con la esperanza de ver este barrio transformado», expresó Blanca Parejo. «Ojalá sigamos muchos años más dando alegría y dando guerra por aquí». Por último, José Luis Sanz hizo hincapié en cómo «Alalá se ha convertido en un referente, no solo en este barrio, sino en toda Sevilla. Somos la capital del sur de España, estamos entre las 25 ciudades con más atractivo turístico. somos la capital empresarial, tecnológica, como la capital más exportadora, la capital aeroespacial del sur de Europa. Pero, cada vez que aparecen las estadísticas nos recuerdan que seis de los barrios más pobres de España están aquí en Sevilla. Necesitamos fundaciones como Alalá, grandes familias como Alalá» . El broche final lo puso el estreno del himno del décimo aniversario , con todos los alumnos, familias, artistas y autoridades sobre el escenario. Fue «una celebración sencilla pero cargada de sentimiento», según el maestro de ceremonia, símbolo de una década de compromiso y de un mensaje que resume el espíritu de la Fundación: seguir cambiando vidas a través del arte, el deporte y la cultura.