David Trueba adapta su propia novela, ' Blitz ', y deja en la pantalla una película triste con ramalazos de humor y una enorme nostalgia romántica . Una historia que comienza en Bruselas (en la novela, era Múnich) y con una ruptura de pareja, que casi nunca tienen gracia, pero en las circunstancias que ocurre (un WhatsApp sin puntería) y en la cara de chufa de David Verdaguer y de alondra afónica de Amaia Salamanca podría decirse que tiene un cierto toque Lubitsch . Es la historia de Miguel, un arquitecto paisajista que participa en un congreso muy belga con un proyecto de jardines públicos que, de ser premiado, tal vez le cambie su cara de chufa o su sangre... Ver Más