Han pasado ocho años desde que Jodi Kantor y Megan Twohey publicaran en The New York Times la investigación que provocaría la caída de Harvey Weinstein, uno de los hombres más poderosos de Hollywood, y se iniciara el movimiento Me Too. En aquel momento, Donald Trump comenzaba su primer mandato, los dueños de las redes sociales todavía no habían permitido que la extrema derecha campara a sus anchas sin ningún tipo de filtro de verificación de sus bulos, y las mujeres encontraron el empuje suficiente como para empezar la última ola feminista. ¿Si este caso se publicara ahora, en 2025, habría tenido el mismo impacto? La propia Kantor, de visita en Barcelona, plantea la pregunta y se muestra optimista en su respuesta, pero sabe que, aunque Trump vuelve a ser el presidente de su país, las cosas han cambiado mucho, también para el periodismo. “No hay un consenso para salvar la verdad”, sentencia.Seguir leyendo