Un restaurante italiano de Tarifa se ha visto envuelto en una fuerte polémica tras la denuncia de una familia judía que asegura haber recibido insultos antisemitas al abandonar el local. El origen del conflicto se encuentra en una pizza llamada Stop Genocide, incluida en la carta como parte de una campaña solidaria vinculada a Médicos Sin Fronteras en Gaza.Según relató la familia al medio Enfoque Judío, la tensión comenzó en cuanto recibieron el menú. "Nos sentamos, nos trajeron la carta y esa era la primera página. Así que cuando vimos esto nos levantamos inmediatamente", explicó uno de los comensales. Añadieron que, al expresar su incomodidad, fueron increpados con un "sionistas de mierda". En el grupo se encontraban al menos un menor, y los afectados compartieron posteriormente lo ocurrido en un grupo de WhatsApp comunitario de la zona, lo que generó indignación en redes.La denuncia se produjo en torno al mural gastronómico del restaurante La Trattoria, situado en la Alameda de Tarifa. El establecimiento había bautizado una de sus pizzas con el nombre Stop Genocide, cuyo precio es de 15 euros y que incluye mozzarella, tomate, salami picante de ternera halal, cebolla y aceitunas. Según el restaurante, diez euros de cada venta se destinan a proyectos de Médicos Sin Fronteras en la Franja de Gaza. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de La Trattoria de Tarifa (@latrattoriadetarifa)Tras las críticas, el propietario del local, Luciano, difundió su versión de lo sucedido. Aseguró que uno de los integrantes del grupo era Luis Fernández, exfutbolista francés y antiguo seleccionador de Israel, quien llegó acompañado de doce personas y sin reserva. "Les encontramos mesa de inmediato, como siempre que podemos hacer·, explicó en un comunicado difundido en redes sociales.El dueño defendió que la iniciativa no tiene carácter político, sino humanitario. “Por cada pizza Stop Genocide donamos 10 euros a Médicos Sin Fronteras para ayudar a civiles en Gaza”, señaló. Sin embargo, aseguró que la reacción del grupo derivó en "gritos, insultos y amenazas, llegando casi a la agresión física", lo que provocó que otros clientes se marcharan del local.La Trattoria afirmó además que, horas después, los mismos clientes publicaron una "reseña falsa" en internet criticando la comida y el servicio, pese a que nunca llegaron a cenar. "En La Trattoria recibimos a todos con respeto, sin importar origen o creencias. Lo único que no toleramos es la violencia ni las mentiras", recalcó Luciano en su comunicado.La versión de Luis FernándezLa versión de la familia de Fernández, casado con la judía Audrey Attia, se difundió en los canales comunitarios de WhatsApp, donde describieron lo sucedido como una experiencia humillante. El testimonio generó una oleada de mensajes de solidaridad y de rechazo hacia lo que consideran un acto de antisemitismo.Mientras tanto, el restaurante mantiene su campaña solidaria y asegura que el próximo 5 de septiembre hará pública la transferencia oficial a Médicos Sin Fronteras como prueba de transparencia. “El dinero lo recibirá íntegramente una organización médico-humanitaria, no política”, insistió Luciano.La polémica, en cualquier caso, ha abierto un debate en la localidad gaditana sobre los límites entre las iniciativas solidarias, la sensibilidad de los clientes y la necesidad de evitar que los espacios de convivencia se conviertan en escenarios de confrontación ideológica.