Uno de los golpes más duros que una persona puede recibir es perder uno de sus cinco sentidos. La vida que construyeron a lo largo de los años cambia de un momento a otro y es algo que parecería significar el final de la misma. Cuando un atleta se ve bajo esta situación, todo el tiempo que dedicó a su disciplina también se puede percibir como que desaparece, pues nunca será igual la manera en la que vivían su deporte. Francisco Hernández es el vivo ejemplo de que dicha situación es un nuevo comienzo, un reto que proyecta una versión más fuerte y completa de sí mismo después de atravesar por una dificultad que parecería imposible de superar.TE RECOMENDAMOS: Achilles México: la segunda familia de los atletas con discapacidad que los ayuda a correr el Maratón de la CDMXFrancisco trabajaba como policía y realizaba su vida como cualquier persona. Una de las cosas que más apasionaban a Paco era correr, deporte que comenzó a practicar a partir de 1986, año en el que realizó su primer Maratón de la CDMX. El ritmo con el que Hernández vivía se vio interrumpido súbitamente luego de que un día como cualquier otro se topó con un evento que cambiaría todo para siempre, pues un disparo le quitaría la vista.“Quedé como una persona con discapacidad visual en el año 1994 a consecuencia de un balazo en el ocho derecho. Esto sucedió un 23 de febrero, venía del trabajo, desafortunadamente en el transporte al bajar pasó lo que tenía que pasar. Al día siguiente desperté en el hospital, pero ya no veía, me habían diagnosticado ceguera total”, señaló en entrevista para ESTO.En donde muchos habrían visto el final del camino, Paco encontró la oportunidad de vencer a la adversidad y no se alejó del deporte. Al maratonista los médicos le recomendaron dejar de correr para salvaguardar su integridad, pero gracias a su familia y a su voluntad, comenzó una nueva etapa en su carrera, pues ingresó a los Paralímpicos para mantener vivo su sueño. Francisco ganó los 800 metros planos, 400 metros planos y su mejor tiempo en los 5000 metros fueron 17:53 minutos cuando participó durante los juegos nacionales antes de convertirse en corredor de distancia.“El guía es mis ojos”: Francisco HernándezCada una de sus nuevos retos como corredor, Francisco Hernández no los afrontó solo. A causa de su condición, él tiene que ir acompañado de un guía que lo oriente a lo largo del recorrido, pero no es su única función. El compañero de Paco también se encarga de exigirle mantener un ritmo, no detenerse e impulsarlo a romper sus límites.“Yo digo que el guía son mis ojos cuando hago una carrera, desde el momento que entrenamos, gracias a él, lo hago. En la competencia me lleva desde la salida hasta la llegada, es una gran ayuda. Se crea (su conexión) desde el entrenamiento, él me va a conocer tal vez los gestos que voy a hacer dentro de la carrera. La comunicación que tenemos es también el movimiento de mano, con el guía que tengo ya llevo como 15 años, con el puro movimiento de manos nos indicamos (hacia a dónde ir)”, aseveró para el Diario de los Deportistas.¿Cómo es correr con un corredor guía?El desafío más grande que enfrentó Paco cuando inició su etapa en el atletismo como corredor con discapacidad visual fue perder su individualidad en las carreras, ya que a partir de su accidente necesitaba un guía que fuera a su lado para orientarlo, lo que significó un problema en un inicio para él.“Para mí lo difícil fue asimilar en la situación que ya estaba, ya necesito una persona a lado de mí para que me vaya indicando. Para estar con ella primero teníamos que tener una coordinación, conocernos. Durante la carrera hay que ir coordinados en el braceo, en la zancada por igual. Perdí un poco de confianza al correr, se recortó mi zancada, pero ya con el tiempo vamos superando todo eso, ya dependes de él. Al final se hace una sola persona guía-corredor”, apuntó.Después de enfrentarse a la perdida de su visión, Paco redescubrió el significado de correr. Ahora, el atleta perteneciente a la comunidad de Achilles México, realizará su vigésima participación en el Maratón de la CDMX.Como en todo camino, los tropiezos siempre han existido. La condición de Paco hace que requiera de una mayor concentración para llevar un buen ritmo y dar cada paso con la suficiente seguridad para no tambalearse. Una de las peores experiencias que vivió durante un Maratón de la CDMX sucedió cuando perdió el enfoque por un momento, lo que lo hizo terminar en el piso. “Iba en tercer lugar en mi categoría, pero me emocioné demasiado, me descontrolé y no le hice caso al guía y me caí. Pasó todo por no poner atención y perdí mi lugar”, comentó.¿Cómo es correr un Maratón para un atleta ciego?“Yo me preparo mentalmente: ‘lo voy a correr’ (se dice). El tiempo ya está programado, iniciamos a correr con ganas, con emoción. El famoso muro es mental, ya estamos preparados, mi discapacidad visual, pero yo siempre he sido muy aguerrido, es mi reto de cada año. El maratón es una fiesta del corredor, entonces yo tengo que estar ahí, eso me motiva más y la gente cuando vas pasando por la ruta te grita y te levanta, es por lo que me gusta y lo hago. Hay ocasiones que llego al kilómetro 30, pero no me meto esa idea del muro, es decir ‘mi familia me está esperando allá adelante’, eso me motiva.”, confesó Francisco Hernández.Depresión y discapacidad, los retos que Francisco Hernández superó para llegar al Maratón de BostonSufrir de una discapacidad está vinculado estrechamente con la depresión. En muchas ocasiones, las personas con capacidades diferentes quedan relegadas por la discriminación que parte de la sociedad dirige hacia ellas. La soledad aunado a sus condiciones las hacen propensos a padecer de su salud mental, motivo que puede hacerlas dudar de su vida. Francisco Hernández, corredor con discapacidad visual, fue uno de los atletas que se enfrentaron a la depresión y la vencieron gracias al deporte y al amor que Achilles México le transmitió.Además de la perdida de su visión a causa de un balazo en su ojo izquierdo. Paco tuvo que enfrentarse a su mente una vez que había dominado su discapacidad. Durante la pandemia, Francisco Hernández perdió una de las actividades que lo hacían disfrutar de la vida: correr. Por si el aislamiento y la falta de actividad física no fuera suficiente. Se contagió de COVID-19 en tres ocasiones, las cuales mermaron gravemente su capacidad física y su salud mental. “Caí en depresión, yo sentía morirme. Era de 12-1 de la noche me llevaban al doctor, porque es esto (la cabeza) lo que me intentaba perjudicar más. Yo decía: ‘no puedo, me daba miedo'”.La actividad física reduce la depresión De acuerdo con un estudio publicado por National Institutes of Health. El aumento en la actividad física, el apoyo familiar y la participación en actividades significativas redujeron considerablemente los niveles de depresión. Formar parte de Achilles México fue fundamental para que Paco se levantara una vez más y regresara a las pistas como atleta. Pues incluso aunque su capacidad deportiva se viera afectada tras contagiarse de COVID. Lo apoyaron para que asistiera al Maratón de Boston sin importar sus tiempos, solo querían que disfrutara la experiencia.“En años anteriores no había tanta accesibilidad para nosotros. Recuerdo que llegaba a las carreras y me quería inscribir y me decían: ‘¿Tú? pero es que no ves. No nos queremos meter en problemas, no nos hacemos responsables de ustedes. Si lo vas a correr es bajo tu responsabilidad’. Si yo no corro con los ojos, corro con esto (su corazón). Con los pies y con la persona que viene a lado. Es ahorita que he visto que hay más accesibilidad para nosotros, hay más inclusión”, cerró.The post Francisco Hernández, el corredor que quedó ciego por un balazo y va por su Maratón CDMX 20 appeared first on ESTO.