Instalación de mallas en balcones se permite para protección de mascotas. Foto: agentebienraiz.comEn los conjuntos residenciales de Colombia se ha generado una creciente controversia en torno a la instalación de mallas de protección en los balcones. Este tipo de estructuras, utilizadas con frecuencia por los residentes para garantizar la seguridad de sus mascotas, ha sido motivo de debate entre los propietarios y las administraciones, debido a que podrían considerarse una alteración de la fachada, parte de las zonas comunes de los edificios o conjuntos.La Ley 675 de 2001 establece de manera explícita que no se pueden realizar modificaciones en las zonas comunes sin la autorización previa de la asamblea de copropietarios. En consecuencia, cualquier intervención, adición o decoración que afecte estos espacios está restringida, lo que incluye la instalación de elementos que puedan modificar la apariencia general de las edificaciones.conjuntos residenciales. Foto: comandoconstrucciones.com¿En qué caso no pueden prohibir las mallas en conjuntos?Sin embargo, han aclarado que las mallas de protección, cuando cumplen ciertas condiciones, no deben interpretarse como una modificación estructural o estética. Estas pueden ser consideradas válidas siempre que sean removibles, livianas y no alteren los aspectos visibles de la fachada del inmueble. En esa línea, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio ha señalado que la instalación de mallas en los balcones puede entenderse como un uso legítimo del bien privado, siempre que no se comprometa la integridad arquitectónica del conjunto.Recomendado: Conjuntos tendrán que pagar millonaria multa por zona común que volvieron negocioAdemás, quienes reciben una negativa por parte de la administración para colocar este tipo de elementos pueden recurrir a vías legales, argumentando la protección del bienestar animal. La Ley 1774 de 2016 reconoce a los animales como seres sintientes y establece la obligación de garantizar su cuidado, vida e integridad. Por tanto, impedir la instalación de mallas podría interpretarse como una medida que pone en riesgo la seguridad de las mascotas y, en consecuencia, vulnera los principios de dicha normativa.