A sus 82 años, Joyce Ravitz es consciente de que ya no puede subir y bajar las escaleras de los walk-ups neoyorquinos, los emblemáticos edificios de la ciudad construidos a principios del siglo XX que a día de hoy siguen sin tener elevadores. No con la misma facilidad con la que lo hacía hace tres décadas, cuando empezó a hacer trabajo voluntario para campañas políticas. Pero eso no la ha desanimado a ir puerta a puerta en busca de votos para el flamante candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York, Zohran Mamdani. Ravitz forma parte del ejército de 100.000 voluntarios que, en el último año, han llevado el mensaje de Mamdani de construir una ciudad más asequible directamente a los hogares de más de un millón de votantes de la urbe más poblada de Estados Unidos. Seguir leyendo