El triunfo en Países Bajos de un exministro liberal y ecologista, Rob Jetten, frente al regreso al poder en la República Checa del trumpista Andrej Babis son la cara y la cruz para el europeísmo del bloque comunitario. El único dominador común entre ambos vencedores en las urnas es que su triunfo arranca de un vuelco electoral en estos dos estados miembros de la UE y la OTAN. En el caso neerlandés, la victoria del progresista Jetten aparta del poder al islamófobo Geert Wilders, responsable del hundimiento de la coalición que dominó su ultraderechista Partido Liberal (PVV). En el caso checo, porque el retorno de Babis al poder refuerza el derechismo populista del este europeo. Regresa, además, coaligado con una formación ultra y un tercer socio monotemático, defensor de los motores de combustión.Seguir leyendo....