Según un trabajo publicado en Nature, los fallos técnicos en las videollamadas, como los retardos, cortes o falta de sincronización entre audio y vídeo, no solo son molestos, sino que influyen negativamente en cómo juzgamos a los demás. El estudio muestra que esos fallos reducen la confianza, la disposición a interactuar y la probabilidad de seguir recomendaciones. Así que si eso sucede durante una entrevista de trabajo, en consultas médicas o en otras videollamadas importantes es algo que puede tener desastrosas consecuencias.Según dicen, esto se relaciona con el famoso valle inquietante de la mente: cuando la imagen humana se distorsiona o pierde la sincronía se rompe la ilusión de un «contacto real». Esto disminuye la capacidad de conexión social consciente de forma imperceptible, pero es algo notable de forma inconsciente.Adicionalmente, como las personas con pocos recursos suenen tener peores accesos a internet y más fallos, esto actúa también en su contra. [Fuente: Video-call glitches trigger uncanniness and harm consequential life outcomes en Nature.]# Enlace Permanente