Cuando Dacia anunció que se metía en el mundo del Rally Dakar, muchos pensaron que se trataba de un simple ejercicio de marketing. Una marca conocida por coches prácticos y asequibles que se atreve con la carrera más dura del planeta sonaba a campaña publicitaria para demostrar que lo barato también pude ser fiable. Pero el tiempo y los resultados han desmontado que el Sandrider es mucho más que un cartel publicitario.Seguir leyendo....