La hostelería de Barcelona lleva varios días pendiente de la previsión meteorológica por temor a que la noche más lucrativa del año para el sector, el Fin de Año, se vea afectada por nuevos temporales. El tiempo podría afectar tanto al turismo de última hora que lo tiene muy presente para decidir sus escapadas de Nochevieja, como al público local que tiende a las cancelaciones cuando hay aguaceros, como ya sucedió por Sant Esteve. Pero pese a la amenaza, las expectativas son optimistas en la capital catalana, donde muchos hoteles (sobre todo en el centro) estarán llenos ese día y el fin de semana largo, y muchos restaurantes consolidarán la creciente tendencia de celebraciones fuera de casa. El ocio nocturno también se prepara para una larga noche de horarios ampliados, con muchas entradas vendidas con antelación, como avanzó este diario.Seguir leyendo....