Carlos Sobera tiene que consolar a una soltera de 'First Dates' que rompe a llorar por una inesperada sorpresa: «Tranquila, de verdad»

Wait 5 sec.

En Navidad los sentimientos parecen estar a flor de piel en el plató de ' First Dates ' (Cuatro), que está dejando momentos muy emotivos en la retina de los telespectadores. Uno de los más recientes ha sido el vivido en el especial de estas fiestas, cuando el presentador se ha visto en la necesidad de consolar a una de las solteras que ha acudido buscando el amor. Carlos Sobera se quedaba casi sin palabras al ver cómo Any, una creadora de contenidos de 40 años, empezaba a llorar al recibir una sorpresa que no esperaba. Ella llegaba con las ideas claras y mostrando su carácter, una mujer que pisa fuere «con diferentes mechas», «dependiendo de la que religas así ocurre, la que se prende, la que estalla…». Empezaba así con fuerza su participación en ' First Dates ', en la barra de la entrada. Sin embargo, cuando ha empezado a contar sobre cómo vive este momento, tras la pérdida de su padre, ha empezado a emocionarse. Para tratar de alegrarle la velada, Carlos Sobera le ha anunciado que tenía algo para ella y ha cogido el teléfono móvil. Lo que ha ocurrido a continuación ha sido intenso y rápido: la madre de Any le ha mandado un mensaje con sus mejores deseos, soñando con que su hija encuentre a alguien especial que le permita salir del bache en el que se encuentra desde que hace dos años falleció su padre. Es quí que la joven se ha puesto a llorar, sin poder contener las lágrimas. Carlos Sobera , al verla, la ha tratado de consolar, con palabras de cariño: «Tranquila, de verdad, tranquila». Una vez se ha recompuesto Any, el show ha continuado, como debía ser. Ha aparecido José, de 43 años, patrón de barco murciano. De primeras se han gustado y han empezado a conocerse ya en la mesa, durante la cena. Preguntas sobre profesión, aficiones y hobbies, gustos, preferencias y relaciones anteriores, así hasta que han ido a ' la sala del amor '. En el reservado han dado rienda suelta a la emotividad y han entrado en el juego que les proponía el programa, llegando a darse algún que otro beso que ha gustado a ambos. Any ha ido así cambiando su cara, de la tristeza inicial al contar su historia familiar al placer tras conocer a alguien que podría ser esa persona especial que anda buscando. Si bien él se ha mostrado primero tímido, después han podido conocerse mejor y todo ha ido fluyendo.