Sin duda ha sido lo más hermoso que he vivido esta Navidad. Tener amigos como Víctor Palacios y María Jesús Paredes es uno de los regalos con los que la vida me obsequió hace ya muchos años. Los que tienen el privilegio de sentir la verdadera amistad saben de sus poderes especiales: intuyen cuándo es necesaria una llamada, un abrazo