Mal empezaría este artículo pretendiendo que todo sigue igual. La cooperación ya es, y seguirá siendo, uno de los perdedores lógicos de esta nueva era del desencuentro en las relaciones internacionales. El gran evento del año, la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4), proporcionó una prueba inequívoca. Perseguía revisar la arquitectura financiera global y promover un horizonte renovado para afianzar la agenda de desarrollo. Su resultado, el Compromiso de Sevilla, muestra la combinación que muy previsiblemente caracterizará al sector durante los próximos años.Seguir leyendo