Las hipótesis espectaculares se difunden más fácilmente que los verdaderos hechos científicos, sobre todo cuando provienen de una voz con cierto prestigio. Eso ha ocurrido con el cometa 3I/ATLAS —detectado el pasado julio desde el observatorio del Sistema de Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Río Hurtado (Chile)—, que ha sido objeto de una oleada de especulaciones en redes sociales desde que Avi Loeb, un astrónomo de Harvard, sugiriera que podría tratarse de una nave alienígena. Para los expertos, no son más que ideas carentes de sentido. De acuerdo con Michael Kueppers, astrofísico de la Agencia Espacial Europea (ESA), en lo que se ha visto no hay nada que apunte a que sea otra cosa que un cuerpo celeste de origen interestelar; con características químicas que son inusuales, sí, pero explicables.Seguir leyendo