"Es la búsqueda científica, de verdad, de vida fuera de la Tierra. La vida que buscamos es simple; no hay nada de hombrecillos verdes, ni de ovnis ni de humanoides de ojos saltones de las películas", explica Manuel Jiménez del Barco, escritor y divulgador científico, que ofrece una aproximación directa y rigurosa sobre la búsqueda de vida fuera de la Tierra.Este licenciado en Ciencias Físicas, máster en Astronomía y Astrofísica y vicepresidente de la Agrupación Astronómica Jerezana Magallanes, ha protagonizada esta semana una conferencia, en el Ateneo de Jerez, bajo el título ¿Hay alguien ahí afuera? Una visión científica de la eterna pregunta.Para él, los avances recientes en astrobiología se centran en detectar microorganismos y condiciones que puedan sostenerlos, pero aún no existe tecnología para localizar vida inteligente a distancia.El investigador jerezano, posando para la entrevista. MANU GARCÍACuando se le pregunta por hallazgos como el agua en Marte o planetas similares a la Tierra, es categórico: "Eso no supone ya que haya algo de vida. Para afirmaciones rotundas hacen falta pruebas rotundas, y esas todavía no las tenemos. Hemos hallado agua y planetas en la zona habitable, pero no hay un biomarcador inequívoco de vida". Según Jiménez del Barco, la prudencia científica es esencial frente a titulares sensacionalistas que confunden al público.El investigador destaca los métodos más efectivos para estudiar exoplanetas, como el método de tránsito, que permite analizar la composición de la atmósfera. "De ahí hemos detectado agua, metano y componentes primarios para construir proteínas, aunque todavía no pruebas de vida", nos dijo, mostrando cómo la ciencia distingue entre indicios y evidencias concluyentes.Jiménez del Barco ha ofrecido una conferencia en el Ateneo de Jerez. MANU GARCÍATambién aborda la importancia de las misiones a Marte y la búsqueda de planetas más allá del sistema solar. "Marte es fundamental para estudiar la posibilidad de vida pasada. No es el lugar más adecuado para encontrar vida actual, pero nos da pistas para cuando podamos ir más lejos", afirmó. Explica que un planeta potencialmente habitable debe cumplir varios requisitos: tamaño adecuado, atmósfera, agua líquida y actividad geológica, como tectónica de placas y volcanes, condiciones que fomentan la producción de moléculas orgánicas.Optimista sobre los nuevos avancesPreguntado sobre los avances recientes que podrían cambiar nuestra visión del universo, Jiménez del Barco se muestra optimista. "Se han lanzado sondas que podrán medir planetas con un detalle sin precedentes. Además, los nuevos telescopios y proyectos como Vera Rubin o LIGO nos abren otras facetas de la astrofísica que nos ayudarán a entender cómo evolucionan las estrellas y el cosmos en general", explica, destacando la amplitud de la investigación actual más allá de la astrobiología.El investigador jerezano huye de la frivolización en sus ponencias. MANU GARCÍAEl científico reflexiona sobre el impacto que tendría en la sociedad un hallazgo de vida extraterrestre. "Para un científico es un cambio radical. La sociedad actual está aparcando un poco la ciencia, así que no sé hasta qué punto un descubrimiento de este tipo cambiaría la forma de ser de la gente, pero sería un golpe brutal para entender que no estamos solos". Para él, la astronomía ofrece una "cura de humildad", al poner en perspectiva la insignificancia de nuestros problemas cotidianos frente a la inmensidad del universo.Jiménez del Barco también destaca la importancia de acercar la ciencia a la ciudadanía. "Cuando los científicos se muestran cercanos, como hacemos en la Agrupación Astronómica Magallanes, la ciencia cala mejor. No solo hablamos de astronomía; también podemos explicar otros campos de la física y la ciencia", señala, subrayando la necesidad de una divulgación accesible y de calidad en el ámbito local.Finalmente, destaca su objetivo en todas sus intervenciones públicas: fomentar la cultura científica y combatir la desinformación. "La sociedad actual está dejando de lado la ciencia. Hay mucha gente que habla sin saber, con teorías como el terraplanismo o negacionismos sobre la Luna. Mi intención es poner un grano de arena para que se conozca la verdad, separar lo que es ciencia de lo que es invento, y despertar la curiosidad y el respeto por la investigación", concluye.