La Junta de Andalucía, a través de la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Almería, ha manifestado que «no existe riesgo radiológico» que pueda asociarse al desarrollo urbanístico de una parcela de más de 140.500 metros cuadrados frente a la playa de Quitapellejos de Palomares, en Cuevas del Almanzora (Almería) conforme a los informes remitidos por organismos competentes en seguridad radiológica al situarse el sector fuera de área afectada por contaminación residual a partir del accidente nuclear que se dio en 1966. Fuentes del Gobierno andaluz han trasladado que «no se prevén afecciones radiológicas derivadas de la ejecución del proyecto» que prevé levantar 1.600 viviendas en un espacio próximo al área contaminada, toda vez que «las condiciones establecidas garantizan que la protección ambiental y la seguridad de las personas están plenamente aseguradas». La Administración autonómica se ha expresado en estos términos tras los avisos dados por colectivos ecologistas, desde donde han advertido que las partículas de plutonio y americio que hay en la zona vallada «no permanecen estables» y pueden desplazarse «con el viento, el agua y la fauna», toda vez que observa la posibilidad de que haya tierra contaminada en el subsuelo que quedaría liberada con los movimientos de terrenos. La Junta ha señalado que la Autorización Ambiental Unificada (AAU) previa al desarrollo urbanístico de este sector (PA-4 de Palomares) aún está en «trámite de alegaciones» más allá de que cuente con un dictamen ambiental favorable, que se emitió el pasado 23 de octubre. «El expediente se encuentra en periodo de audiencia y presentación de alegaciones a los personados en el procedimiento antes de su resolución definitiva», han añadido las mismas fuentes ante un procedimiento en el que constan personadas hasta siete organizaciones ecologistas distintas, que mostraron su oposición a la actuación y cuyas alegaciones iniciales fueron contestadas y desechadas. Alude la Junta al informe aportado por el Ciemat el 10 de septiembre de 2024 en el que apunta que las zonas a urbanizar «se encuentran fuera del área declarada como contaminada y con restricciones de uso», de modo que se afirmaba expresamente que las parcelas afectadas por contaminación radiológica «están clasificadas como suelo no urbanizable de especial protección por el Plan de Ordenación del Territorio del Levante Almeriense (Potala)». Por su parte, según han abundado, en su informe de 31 de octubre de 2024, el CSN no apreciaba «impedimentos radiológicos para el desarrollo del proyecto» más allá de que el mismo estuviera bajo coordinación técnica con el Ciemat. Recuerdan también desde Sostenibilidad que la Autorización Ambiental Unificada incluye un Plan de Vigilancia y Control Ambiental, que «obligará al promotor a informar a la Delegación Territorial de cualquier incidencia ambiental relevante y permitirá a la Administración realizar inspecciones y controles periódicos».