Primer golpe. Misión cumplida

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Cuando se califica como excesivas las salidas de la Misión de la Esperanza de Triana es que no se conoce a una hermandad que ha hecho de la exuberancia su seña de identidad. Hoy por hoy, tener personalidad es asumir un riesgo a veces incomprendido por quienes le profesan devoción a la uniformidad. La hermandad del Traspaso lo hizo cuando le encargó a Juan de Mesa el Gran Poder, o la Macarena cuando se puso en manos de Rodríguez Ojeda. En estos días Las Penas ha arriesgado hasta el límite en hacer una exposición antológica que es ejemplo para las que vengan. La Misión de la Esperanza también tenía sus riesgos. Se trataba de trasladar a la hermandad entera a... Ver Más