Japan Mobility Show 2025 fija las bases de la automoción de la próxima década

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El Japan Mobility Show 2025 que se celebra en Tokio, del 30 de octubre al 9 de noviembre muestra la visión de las marcas de automóviles de cara a la próxima década. El tema central del evento se anunciaba como «A unique opportunity to explore the future of mobility» («Una oportunidad única para explorar el futuro de la movilidad»). Participan más de 500 compañías y organizaciones del sector automotriz, electrónico, telecomunicaciones y startups, se enfatiza que el evento no solo muestra vehículos, sino «productos y servicios de movilidad» que apuntan a la sociedad de la próxima década. Dentro de los programas destacados está el «Tokyo Future Tour 2035», que proyecta escenarios para 2035: ciudad, cielo, exterior, movilidad global. Las marcas ya no sólo muestran nuevos modelos, sino plataformas, ecosistemas y visiones de movilidad que abarcan renovación energética, conectividad, nuevas formas de viajar (en el aire, en el mar), movilidad personal, servicios de uso compartido, etc. Algunas de las tendencias más claras que emergen del salón pasan por la electrificación, pero sin descartar la multienergía y la movilidad sostenible. Más allá de solo «batería eléctrica», vemos sistemas de multipropulsión (combustibles sintéticos, híbridos, flex-fuel) y tecnologías de energía bidireccional / integración con red y hogar. Esto hace pensar que en los próximos 10 años se consolidará la movilidad eléctrica, pero no como única vía: habrá una coexistencia de tecnologías (EVs, híbridos avanzados, combustibles sintéticos, etc.). Las marcas están construyendo arquitecturas y ecosistemas que permitan esa transición, incluyendo infraestructura, servicios de energía, integración vehículo-hogar e incluso captura de CO₂. El vehículo ya no será solo medio de transporte, sino espacio de vida, trabajo, ocio. Los interiores cobran protagonismo, la experiencia digital, conectividad total, integración con hogar/trabajo/red eléctrica aumentan. También la diferenciación de marca pasará más por experiencia que solo por potencia/consumo. En el programa «Tokyo Future Tour 2035» del evento se contempla movilidad en tierra, cielo y mar. Por ejemplo vehículos voladores, soluciones para exteriores, y movilidad urbana/sostenible. Las startups tienen un papel relevante: el programa «Startup Future Factory» reúne 159 compañías que desarrollan nuevas tecnologías, servicios de movilidad, energías, etc. Se moverá hacia una visión de movilidad como servicio (MaaS), integración de diferentes modos (autos, e-motos, scooters, eVTOL, drones, transporte compartido) y una redefinición del transporte urbano y rural. El coche privado seguirá existiendo, pero en muchos casos será complementado o reemplazado por servicios adaptados, autónomos, compartidos. Entre las implicaciones estratégicas para la próxima década habría que destacar los ecosistemas energéticos integrados. No solo vehículos electrificados, sino también sistemas de energía (V2H, V2L), captura de CO₂, combustibles alternativos, integración hogar-vehículo-red: las marcas preparan el terreno para una movilidad que forma parte del entorno energético doméstico/urbano. Las marcas fijan metas para 2035 (por ejemplo, electrificación total) lo que indica que entre 2025 y 2035 habrá una oleada de lanzamientos, infraestructura y Desde el segmento de lujo hasta el de micro movilidad urbana, desde vehículos todoterreno de aventura hasta e-scooters o e-bikes, la movilidad se hará más variada. Conectividad, interior premium, personalización, servicios digitales, movilidad compartida, todas serán variables clave. Japón es ejemplo de país con retos de población envejecida, densidad urbana, por lo que se esperan modelos que aborden estos retos: movilidad asistida, autónoma, vehículos compactos, servicios para tercera edad. La industria automovilística plantea retos que incluye telecomunicaciones, software, energía, infraestructura, IoT. El salón refleja que fabricantes de electrónica también entran en el escenario (por ejemplo Sharp). De aquí a 2035 sería razonable prever que para el próximo lustro los vehículos eléctricos (incluyendo híbridos enchufables) representen gran parte del mercado nuevo, con una infraestructura de recarga/energía mucho más madura. Los vehículos autónomos y los servicios de movilidad (ride-hailing, vehículos autónomos compartidos) se generalizarán en ciudades densas. Habrá nuevas formas de transporte (como movilidad aérea urbana o buques-movilidad) podrían empezar a tener presencia comercial o de prueba. La propiedad individual del vehículo podría cambiar: más modelos de suscripción, uso compartido, menor número de kilómetros por usuario privado, más multimodalidad. El diseño de interiores cambiará radicalmente: los vehículos serán «salones sobre ruedas» o espacios de vida, no solo de conducción. Regiones con alta densidad urbana o población envejecida, como Japón, servirán de laboratorio para innovaciones globales que luego se exportarán.