Subido al Air Force One, rumbo a Oriente Próximo para rubricar el acuerdo que ha impulsado entre Israel y Hamás para parar la guerra en Gaza , Donald Trump se sentía este domingo por la tarde -al filo de la medianoche en España- cerca del cielo. Tanto por la altura alcanzada por el avión presidencia, como por el logro diplomático formidable de conseguir la liberación de los rehenes israelíes, el repliegue militar en Gaza y la entrada masiva de ayuda humanitaria, muy necesitada en la Franja tras dos años de guerra cruenta y de abusos contra la población civil palestina. « Todo el mundo está feliz, sea judío o musulmán o árabe . La gente baila en las calles de... Ver Más