¿Quién de los usuarios de redes sociales como Instagram o Facebook no ha visto el vídeo de un turista en un destino de turno, ya sea Roma en el año previo al Jubileo o el Machu Pichu envuelto en un cielo plúmbeo, con un audio de fondo en el que se llora desconsoladamente: «¡Mis ahorros!»? Gracia, gracia, no hace, aunque ese extracto pertenezca a un desfasado culebrón y el montaje, en la mayoría de los casos, resulte cómico. Pasó en mi tercera visita a la ciudad eterna en 2024 y aún así habría vuelto al día siguiente con los ojos y la cámara de fotos cerrados para saborear sus recovecos. Por eso confío en que los miles de turistas que... Ver Más