San Teófilo vivió entre los siglos II y III y fue obispo de Antioquía, una de las grandes diócesis del cristianismo primitivo. Se le conoce también por sus escritos apologéticos —en defensa de la fe cristiana frente a las críticas paganas y las herejías— que constituyen una de las primeras manifestaciones literarias que articulan el pensamiento cristiano en el mundo grecorromano.Como obispo, ejerció un ministerio pastoral en tiempos difíciles, cuando la Iglesia emergía en medio de persecuciones y controversias doctrinales. Teófilo no solo gobernó su comunidad, sino que también dialogó con pensadores paganos e intelectuales de su época, defendiendo la revelación cristiana y definiendo límites teológicos frente a influencias externas. Su correspondencia y discursos muestran una fe madura y la voluntad de articular la doctrina de forma creíble.Hoy su memoria convoca a volver al fundamento del cristianismo primitivo, al testimonio de un pastor que supo conjugar autoridad, sabiduría y valentía intelectual. En un mundo con múltiples corrientes ideológicas, su figura recuerda que la fe puede responder con razón afianzada, sin renunciar a la humildad ni al servicio pastoral.Otros santos y beatos conmemorados el 13 de octubreSan Eduardo (el Confesor), rey de Inglaterra, notable por su piedad, justicia y dedicación al bienestar de su pueblo.Beata Alejandrina María da Costa, laica y mística portuguesa que vivió en estado de sufrimiento prolongado, alimentándose únicamente de la Eucaristía y ofreciendo su vida por la salvación de las almas.Beata Magdalena Panattieri, joven italiana de entrega silenciosa, cuyo ejemplo de vida interior y generosidad aún inspira en su comunidad local.San Florencio de Tesalónica, santo vinculado a antiguas tradiciones orientales, figura de perseverancia en la fe en regiones expuestas a la adversidad.San Geraldo de Cierges, religioso activo en Francia, conocido por su servicio pastoral en comunidades rurales.San Leobono de Salagnac, monje francés que dedicó su vida a la contemplación y la disciplina evangélica.San Lubencio de Kobern, obispo germánico poco conocido pero venerado localmente por su fidelidad pastoral.San Simberto de Augsburgo, obispo alemán del período medieval, recordado por su defensa del Evangelio frente a las dificultades del tiempo.San Rómulo de Génova, santo ligado a la costa italiana, venerado por la fe sencilla de su región.San Venancio de Tours, presbítero del siglo IV cuya memoria ha perdurado en algunos calendarios locales.Santa Chelidonia de Abruzzo, mujer de vida eremítica, ejemplo de retiro y contemplación en los montes italianos.