Adiós a YaST, la veterana herramienta de administración de SUSE

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El primero de octubre vio la luz openSUSE Leap 16, una nueva versión de la distribución comunitaria de referencia en el ecosistema SUSE, pero no una más. Con este lanzamiento se dio un paso histórico en favor de la evolución del sistema, y no es un decir: se jubiló a YaST, la veterana herramienta de administración y, probablemente, la más potente de su clase. Pero, ¡ay!, hasta el más fuerte se hace viejo y tiene que retirarse.El problema es que los reemplazos con los que la distribución ha cubierto el hueco no están a la altura. Al menos, por el momento. Y como no se trata de un movimiento específico de openSUSE Leap, sino que en algún momento se extenderá también a las ediciones rolling release -así es: YaST sigue al frente en Tumbleweed y Slowroll- y, de manera más cercana, a la próxima SUSE Enterprise Linux 16, es un tema que vale la pena comentar un poco más a fondo de lo que lo hicimos.YaST, Not Another Setup ToolYaST es el acrónimo de Yet another Setup Tool, «otra herramienta de configuración más», pero lo cierto es que, pese a sus humildes inicios, llegó a convertirse en la herramienta más completa que ha ofrecido el escritorio Linux -con el permiso del Centro de control de Mandriva. El proyecto ni siquiera nació como parte de SUSE: fue desarrollado por terceros como software privativo, adquirido por la compañía alemana y abierto en sintonía con su filosofía empresarial.YaST en openSUSE TumbleweedCon el tiempo, YaST lo abarcó todo a nivel administrativo en el ecosistema del camaleón, incluyendo la instalación del sistema, así como un gran número de configuraciones avanzadas a partir de módulos de ejecución independiente, reunidos en torno a una misma interfaz que se puede usar tanto en modo gráfico como a través de la terminal (YaST2 con Ncurses): gestión de software, periféricos, sistema, red, seguridad… Un poco de todo, con el objetivo de simplificar la vida del usuario.¿Por qué matan a YaST, si es tan bueno? Por lo dicho: es un venerable anciano con mucho lastre a sus espaldas. O lo que es lo mismo, se ha convertido en un monstruo repleto de código muy costoso de mantener. Con el paso del tiempo, además, han ido surgiendo alternativas para muchas de sus funciones y lo han hecho en base a tecnologías más modernas y sostenibles, técnicamente hablando.YaST2 en openSUSE TumbleweedPor ejemplo, el gestor de paquetes de YaST es excelente, pero la mayoría de usuarios se apañará con GNOME Software o KDE Discover; lo mismo para los asistentes de configuración de red o impresoras que incorporan los escritorios, herramientas para el particionado del almacenamiento, copias de seguridad, gestión de servicios y otras. En este sentido, SUSE ha introducido tres componentes clave como reemplazo a la funcionalidad más elemental de YaST.Agama como instalador del sistemaAgama es el nuevo instalador de sistema de SUSE y openSUSE. Está escrito en Rust y se presenta con una interfaz web mucho más flexible. Además, se construye a partir de una API modular, lo que facilita su personalización e integración en diferentes entornos, como sucede con la nueva generación de sistemas inmutables y en la nube. En resumen, Agama trae consigo una renovación que tampoco se antojaba crucial, habida cuenta del estado actual de YaST como instalador de sistema, pero que se notará particularmente a futuro.Agama en openSUSE Leap 16Pero ¿y ahora? ¿Cumple Agama con todo lo que ofrecía YaST? A grandes rasgos, sí: a nivel práctico incluye las opciones que cualquiera esperaría encontrar en un instalador de sistema, con una interfaz y flujo de uso muy similares a YaST. E, igual de importante, tanto en estabilidad como en rendimiento, está muy parejo. O esa está siendo la experiencia general que transmiten los usuarios y que yo puedo corroborar.No obstante, Agama no abarca todo lo que YaST, cuyas posibilidades de configuración iban más allá de lo habitual en un instalador de sistema. ¿Ejemplos? Agama permite aplicar patrones de software -para instalar un entorno de escritorio o stack de servidor concreto, o varios-, pero no filtrar por paquetes, no digamos ya habilitar o deshabilitar servicios. Dicho lo cual, no se trata de opciones críticas y tampoco se sabe si se implementarán en un futuro. En resumen, Agama cumple con lo básico, bien.Myrlyn como gestor de paquetes gráficoLa gestión de paquetes pasa por el momento a cargo de Myrlyn, una aplicación que puede usarse tanto en modo de solo lectura como con privilegios de superusuario y que en apariencia es un calco de YaST. Usa libzypp como backend y Qt6 para la interfaz, pero lo verdaderamente destacado de Myrlyn es que cumple a nivel de funciones y lo hace con una única instancia que sirve para buscar, instalar, desinstalar, revisar parches, gestionar repositorios…Los usuarios de openSUSE saben a qué me refiero, porque la distribución da muchas facilidades para gestionar el software, pero de manera un poco dispersa. Pues bien, Myrlyn lo ha cohesionado todo en una sola ventana a la vieja usanza, incluyendo en el aspecto estético un icono de un mago que hará volar el recuerdo a tiempos pretéritos a más de uno. Podrían haberla llamado YaIT y muchos no se habrían dado cuenta del cambio.Myrlyn en openSUSE TumbleweedLa cuestión es que Myrlyn, como YaST, es una herramienta muy específica para la gestión de software que una mayoría de usuarios no echará en falta, porque con GNOME Software o KDE Discover, entre otras alternativas, ya están cubiertos. Más aún en los tiempos que corren, de aplicaciones en Flatpak. Pero, para quienes gustan de ir al detalle, gestionar repositorios y realizar otras acciones avanzadas, Myrlyn es la respuesta -como lo es Synaptic en Ubuntu, por poner un ejemplo conocido.Cockpit como suite de configuraciónEl tercer elemento de esta transición es Cockpit, una interfaz web de administración que lleva años ganando terreno en el ámbito empresarial y que distribuciones como SUSE han adoptado como base para la configuración avanzada del sistema. Cockpit permite gestionar usuarios, servicios, almacenamiento, redes, actualizaciones y contenedores desde el navegador, con una presentación moderna y modular. Es decir, al estilo de lo visto con Agama.Cabe señalar, eso sí, que Cockpit no sustituye por completo a YaST: son varios los ajustes que se quedan fuera de la funcionalidad «por defecto» -hay módulos adicionales, algunos mantenidos por la comunidad- y aunque podrían llegar a implementarse, es probable que no lo hagan por diferentes razones: los hay que se encuentran disponibles en otras herramientas  propias o de terceros, y algunos son menudencias muy fácilmente realizables vía terminal.Cockpit en openSUSE TumbleweedDe hecho, volvemos a lo ya mencionado: para una mayoría de usuarios ni siquiera será preciso instalar Cockpit, que a diferencia de Agama o Myrlyn no lo está de manera predeterminada, porque lo básico lo puede hace con las herramientas que incluye el mismo escritorio: de gestionar usuarios a particiones del sistema, seguridad y un largo etcétera que no llega a todo, ni falta que hace. Tampoco Cockpit lo hace, pero ahí está para quien lo necesite.Cockpit, por su parte, sienta los fundamentos de una administración unificada, más cercana a los estándares actuales del sector profesional y con un enfoque claramente orientado a la nube y los despliegues híbridos. Más adelante le dedicaremos un artículo a fondo.Sin embargo, hoy nos despedimos de YaST, referente venerable donde los haya. aun cuando le resta un considerable camino… en declive, hay que matizar, ya que sigue presente en openSUSE Tumbleweed y Slowroll por tiempo indeterminado, pero también en SUSE 15, cuyo ciclo de vida enterrará alternativas que aún no han nacido. Pero YaST ha muerto, así que… ¡Larga vida a YaST!La entrada Adiós a YaST, la veterana herramienta de administración de SUSE es original de MuyLinux