En paralelo a un alto el fuego, el intercambio de rehenes y la retirada escalonada del ejército israelí, el plan para Gaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que sirvió de base para la negociación entre Hamás e Israel, preveía el envío y la distribución inmediata y sin interferencias de ayuda a la Franja, a fin de aliviar su grave crisis humanitaria. Desde la firma del acuerdo, sin embargo, el flujo de suministros al enclave palestino ha sido muy inferior al previsto debido a las restricciones de Israel, que indicó este martes que seguirá limitando la ayuda como arma de presión para recuperar los cuerpos de los cautivos fallecidos en Gaza.Seguir leyendo