“¿Esto es fósil, chabón?”, duda el líder de la campaña, Federico Agnolín, con total espontaneidad mientras levanta del suelo un óvalo blanco calcificado del tamaño de su mano, que permanecía al descubierto sobre una suave arenisca en el medio de la nada, bajo un sol patagónico primaveral.Seguir leyendo