En las últimas décadas, China ha expandido enormemente su influencia en África. Aunque la Unión Europea sigue siendo el principal socio económico del continente (467.000 millones de euros en 2023, según Bruselas), Pekín se ha convertido en el principal acreedor bilateral individual de la deuda africana y, en paralelo, ha ejecutado una agresiva estrategia de expansión comercial, sobre todo haciéndose con sectores estratégicos para las economías del futuro. Lo que ha abierto la puerta a la competición, aunque también a la cooperación.Seguir leyendo....