El juez del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, acordó mantener en libertad al exministro José Luis Ábalos , tras su vistilla el pasado miércoles, y a su exasesor, Koldo García, realizada este jueves. Ambos investigados, a los que la Fiscalía también ha rechazado su ingreso en prisión, continuarán con las mismas medidas cautelares que llevaban cumpliendo desde el inicio del proceso. Por otra parte, el mismo magistrado decidió que el que fuera secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, entrase en junio a prisión preventiva, comunicada y sin fianza, una decisión que choca y genera dudas acerca de los criterios para la entrada en prisión preventiva. Como explica el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que desarrolla los requisitos para la entrada en prisión preventiva, un magistrado podrá decretarla para evitar la fuga del país de los investigados, la destrucción de pruebas y para evitar la reiteración delictiva. A ojos del juez del Tribunal Supremo, existen diferencias entre los tres investigados. En el caso del exministro y su exasesor, el riesgo de fuga es latente, aunque gracias a las medidas cautelares impuestas por el alto tribunal esta posibilidad estaría mitigada. Ábalos y García tienen prohibido abandonar el país, sus pasaportes han sido retirados y deben comparecer cada quince días. El magistrado recordó que, a medida que se acercase la fecha de celebración del juicio, este riesgo de fuga podría crecer y, por consiguiente, su situación de libertad podría cambiar y endurecerse. La posibilidad de destrucción de pruebas es la razón por la que Santos Cerdán ingresó en prisión provisional y la que ha salvado al exministro y su antigua mano derecha. Durante las pesquisas de la UCO se recabó todo el material relacionado con la investigación acerca de Ábalos y García, haciendo que su destrucción sea prácticamente imposible. En el caso del exsecretario de organización socialista, aún no han encontrado el paradero de las cantidades de dinero que supuestamente cobraban en mordidas a empresarios a cambio de contratos públicos. Tanto la Fiscalía Anticorrupción como el magistrado coincidieron en el riesgo de destrucción de pruebas y fuga que podría llevar a cabo Santos Cerdán. Mientras que para Ábalos y Koldo no observaron el mismo riesgo. Por ello, el exsecretario de organización socialista ingresó y continúa en la prisión de Soto del Real.