Cada cual tiene la capacidad de sorpresa o asombro que puede. La división política, partidista, en bandos o trincheras, aparece en cada episodio de la vida pública desde hace años. Los que tienen que ver con el dolor colectivo, la enfermedad o la muerte tampoco se libran.Los desastres naturales más dañinos, los accidentes más terribles o los atentados con decenas de víctimas lo demuestran y ahí quedan las hemerotecas, ya buscadores digitales, para confirmarlo. Quizás no sea un fenómeno nuevo ni lamentable. Puede ser consecuencia lógica de una sagrada libertad de expresión y credo.La concentración realizada este jueves en la plaza de San Juan de Dios de Cádiz, entre las 10.00 y las 14.00 horas, por el colectivo Agamama con motivo del próximo día internacional del cáncer de mama (fijado el 19 de octubre) no se iba a librar de la conocida "fractura" política y social.El encuentro tenía como eslogan "por ellas seguimos caminando, juntas somos más fuertes" pero unidad no hizo acto de presencia.Lectura del manifiesto de Agamama por el día del cáncer de mama. REYNA Bien al contrario, el encuentro teñido por el color rosa de cientos de camisetas mostró una división desconocida, o sólo intuida, hasta ahora entre los colectivos que tienen por objetivo asesorar y acompañar a las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y a sus familias.Tras la instalación de una mesa informativa junto al Ayuntamiento y antes de la muestra de una coreografía titulada A ti nadie te quiere con alumnas del colegio María Inmaculada, la lectura del manifiesto del acto marcaba el momento central.En ese punto del programa fueron visibles numerosos dirigentes y representantes institucionales del Partido Popular y Vox que hasta ahora han eludido participar en las concentraciones de protesta (dos en la ciudad de Cádiz y varias en Andalucía) relacionadas con la crisis sanitaria por los retrasos y anomalías en los cribados oncológicos.Agamama instaló una mesa informativa durante toda la mañana. REYNA Entre Amama y Agamama parece haber una sóla sílaba de diferencia pero a la vista de la cita de este jueves en Cádiz parece que las distancias son mayores.A las llamadas previas de Amama o Mujeres Feministas acudieron los pasados jueves y martes representantes institucionales u orgánicos de partidos como PSOE, Izquierda Unida y Adelante o dirigentes de colectivos vecinales y solidarios como la plataforma Marea Blanca que reivindica la sanidad pública. Ni rastro de líderes del PP y Vox.Manuel Gavira, portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, en la lectura. REYNA A la invitación de Agamama acudían más de una veintena de concejales, diputados o delegados autonómicos de PP y Vox sin rastro de ninguno de PSOE, Izquierda Unida y Adelante, con la excepción transversal de la subdelegada del gobierno en la provincia, Blanca Flores.Colombo, de mentada a presentePersonas muy criticadas en las primeras protestas, como Mercedes Colombo, delegada de la Junta en la provincia, se dejaron ver y fotografiar en esta última convocatoria. La delegada de Salud, Eva Pajares, al menos seis concejales del PP de Cádiz y el portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, Manuel Gavira, también hacían acto de presencia.En las protestas anteriores, Agamama recibió algún recado musical y a coro ("¿Dónde está Agamama, Agamama dónde está?") y las pancartas contra Colombo (que comparó la crisis de los cribados con los casos de corrupción de Ábalos) eran frecuentes.Consejeros como el de Justicia, José Antonio Nieto, incidió en el mismo argumentario al criticar que las protestas por la crisis sanitaria del cáncer de mama no se produjeran también por los fallos en las pulseras de protección de las víctimas de violencia machista.Los manifestantes anteriores a este jueves, los apoyados por formaciones de izquierdas, achacan a la asociación Agamama cierta lentitud, tibieza, al denunciar los retrasos y negligencias en la comunicación de resultados de pruebas de cáncer del mama, el caso que le ha costado el cargo a la ex consejera Rocío Hernández.Agamama asegura haber conocido 15 casos en la provincia de "mujeres que no saben los resultados de sus cribados y será la administración la que se ponga en contacto con ellas"La portavoz de Agamama Paz Ríos lamentó este jueves que el colectivo "se ha sentido atacado sin sentido" por manifestantes en concentraciones previas en Cádiz. En declaraciones a Radio Cádiz, esta representante defendió también que según su experiencia "la Delegación de Salud en Cádiz ha actuado con diligencia".Esta colaboración es compatible con la exigencia de más y mejor acción administrativa al frente del sistema público, según Ríos: "Hemos detectado 15 casos que hemos trasladado a la Delegación de Salud. Son personas que no saben sus resultados y será la administración las que se pongan en contacto con ellas".Varios integrantes del gobierno municipal de Cádiz apoyaron la concentración. REYNA En el comunicado público que protagonizó el acto de este jueves, Agamama parecía responder a esas acusaciones de tibieza o cercanía a la Junta sin mencionarlas: "Los pacientes somos titulares del derecho a una sanidad pública, gratuita, universal y de calidad"."En el mismo momento en que salió a la luz el problema de los cribados, hicimos un comunicado crítico, pedimos al Servicio Andaluz de Salud transparencia y exigimos medidas para que una situación tan grave no se vuelva a producir".En otro momento de la lectura, Agamama aseguraba: "Reivindicamos una vez más mejoras en el sistema público de salud. La espera nos genera miedo, angustia e incertidumbre. Sentimientos y emociones con los que tenemos que lidiar mientras esperamos su realización. No pueden demorarse meses"."Reivindicamos una vez más mejoras en el sistema público de salud. La espera nos genera miedo, angustia e incertidumbre"Según este texto, las peticiones finales y los objetivos de todas las protestas son idénticos, o muy similares. Las exigencias se parecen de forma llamativa. La diferencia parece estar en los modos y métodos de transmitirlas. Los asistentes a unas citas y a otras son distintos, los apoyos políticos son diferentes, antagónicos.El diagnóstico paralelo sería que las trincheras políticas se contagian a cada conflicto social, a cada caso grande o pequeño, haya o no salud, miedo y vidas de por medio.