El Vaticano vivió el pasado 10 de octubre un incidente que ha causado profunda consternación. Un hombre de origen kosovar fue arrestado por la Gendarmería Vaticana después de intentar orinar sobre el altar de la Confesión en la Basílica de San Pedro, uno de los lugares más sagrados del cristianismo. El individuo subió hasta el altar, situado bajo el baldaquino de Bernini, ante la mirada atónita de los turistas que se encontraban en el templo.Fuentes del Vaticano confirmaron que el hombre fue inmediatamente reducido y puesto a disposición de las autoridades. Este gesto, calificado internamente como una “grave profanación”, ha generado un intenso debate dentro de la Santa Sede sobre la seguridad en los espacios más emblemáticos del cristianismo.Un gesto de penitencia ordenado por el Papa León XIVAl conocer los hechos, el Papa León XIV expresó su pesar y ordenó al Cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica y vicario general del Pontífice para la Ciudad del Vaticano, la celebración de un rito de reparación. Según trascendió, el Papa pidió personalmente que se realizara un acto de desagravio para devolver la santidad al lugar.El Vaticano, tras este tipo de episodios, intentaba en el pasado no darle mayor trascendencia pública para evitar imitaciones o provocaciones, pero el actual Pontífice ha optado por un enfoque más visible, centrado en la penitencia pública y la restauración espiritual del altar principal.El rito penitencial tuvo lugar este pasado lunes. La ceremonia comenzó con una procesión de reparación a las 12:45, encabezada por el cardenal Gambetti, quien roció con agua bendita e incienso el altar como parte del acto simbólico de purificación. Este suceso se suma a una serie de actos vandálicos recientes dentro de la Basílica de San Pedro. En febrero, otro individuo dañó parte del altar principal, rompiendo varios candelabros, y en junio de 2023 un hombre de origen polaco se desnudó frente al mismo altar como forma de protesta por la guerra en Ucrania.