El 23 de octubre de este 2025 se cumplen 10 años desde la creación de la Fundación Alqvimia Musicae. Comparada con mis tiempos (años 70 y 80), Sevilla es un hervidero de cultura, pero Alqvimia Musicae es uno de los nombres que coloca a la capital de Andalucía en puestos significativos del panorama internacional. En 2018 escribí: “Creo que tenemos en Sevilla uno de esos fenómenos culturales que han logrado una simbiosis entre nuestra tradición cultural y el siglo XXI. Se trata de la Fundación Alqvimia Musicae a la que me parece que aún no le estamos otorgando la importancia que merece”. Desde entonces, la constancia, la vocación, el trabajo incansable, la confianza en el proyecto de sus impulsores -encabezados por su directora gerente, Beatriz Rivas- ha permitido a la Fundación seguir adelante, consolidarse, llevar la cultura desde Sevilla al mundo, superando incomprensiones, faltas de apoyo y envidias. No suele ser Sevilla muy atenta con sus hijos culturales de altos vuelos, sin embargo, la perseverancia de Alqvimia Musicae ha dado sus frutos en el ámbito de la cultura musical de alta calidad. En este sentido, también la aportación creadora del organista y organero Abraham Martínez -fundador asimismo de Alqvimia Musicae- ha sido de enorme importancia, a él se deben, entre otras aportaciones, la restauración del órgano del Convento de Santa Inés, en Sevilla, donde Bécquer situó su leyenda Maese Pérez el organista.[articles:343295]La mejor respuesta al sufrimientoFriedrich Nietzsche escribió que no hay que renunciar a la vida, en su lugar, podemos abrazar el arte, porque el arte es la mejor respuesta al sufrimiento. Si bien la vida es sufrimiento y es amoral, lo que realmente cuenta es cómo respondemos a la cuota de sufrimiento que nos toca vivir -pensaba Nietzsche- y el arte se presenta como el antídoto del sufrimiento. Alqvimia Musicae es arte, una alianza entre esa música que nunca muere y que estimula a vivir, un retrato sonoro de lo que nos rodea, unido con frecuencia al arte del siglo XXI que brota de la creación mediante la tecnología de una computadora que está ahí, como el arpa de Bécquer, esperando que una mano llegue y la despierte. Y en Alqvimia Musicae llegó, la mente y las manos pertenecen, sobre todo, a la citada Beatriz Rivas que tal vez me riña por citarla tanto pero que es de esas personas bregadoras en la sombra que todo colectivo humano precisa. La Fundación Alqvimia Musicae en la Catedral de Jerez.De esa simbiosis -el arte de siempre que no muere y el digital actual- brota lo que Alqvimia Musicae llama “experiencias” que vienen a ser un recodo de paz donde las escalas musicales se unen como dos gotas de agua a imágenes diseñadas por ordenador que recorren las paredes de templos, catedrales, edificios históricos a los que revive, palacios o incluso recintos prehistóricos, invitando a lo que el arte invita: al sosiego, al pensamiento, que falta nos hace. Como se sabe desde la filosofía clásica oriental, hay una fuerza universal que subyace en todo lo que existe, incluyendo por supuesto al ser humano, como sostenían Lao-Tse y Confucio hacia el siglo VI antes de Cristo. Más o menos por aquellos tiempos, el budismo coincidía con Nietzsche en la dureza de la vida y la necesidad del autoconocimiento. Casi por esa época, Sócrates creía que la verdad se encuentra en el interior de cada ser humano, pero para hallarla se necesitaba meditar y conectar con nuestro interior. En el Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera. En los teclados puede observarse al impulsor de la experiencia, Abraham Martínez..Las experiencias sacras de la Fundación Alqvimia Musicae nos llevan a convencernos de que hay salidas y oasis de vida si es que la vida es como la retrata el budismo y Nietzsche que, en cierta medida, coinciden con ese “valle de lágrimas” que el catolicismo reza en la Salve. Si hay que pasar por un “valle de lágrimas, gimiendo y llorando” -que ya es ser derrotista- el arte nos permite sembrar ese valle de hierba verde y fresca y si acaso llorar de satisfacción y otras emociones ante la contemplación de las experiencias de Alqvimia Musicae. Es entonces cuando de nuevo se conecta con Nietzsche pero esta vez con su alternativa a la cara oscura de la existencia: el arte que, al mismo tiempo que supone una inyección de energía contra el sufrimiento, también forma parte de la voluntad de poder que poseen los seres humanos cultos e ilustrados. Voluntad de poder ser útiles para servir a quien lo desee mediante el propio arte. Hace diez años, la entonces recién constituida Fundación Alqvimia Musicae, resumía así su misión esencial: “Nuestra fundación tiene la sensibilidad de crear una sociedad dirigida a una nueva Conciencia a través de la experiencia directa y cercana al Arte de la Música en su aspecto más Espiritual y Humano”. Marcha Lenta 'Virgen del Valle'.Conciencia, Espiritual, HumanoConciencia, Espiritual, Humano. Nos hemos pasado siglos detrás de esas tres virtudes y en estos tiempos digitales parece como si las hubiéramos dejado a un lado, poseídos por unos instrumentos tecnológicos que dominan nuestras vidas en lugar de ser herramientas para la exaltación y comprensión de los tres mencionados conceptos. Claro que esta queja -la de condenar el presente en comparación con el pasado- ha discurrido por todos los siglos de la Historia, la diferencia hoy es que, como la Historia no se repite, ha irrumpido una época en la que con el carpe diem, un par de idiomas más unos logaritmos creados no sabemos por quiénes ni la preparación e intención de esos quiénes, vamos tirando en una existencia en la que un perro o un gato están más cuidados que un nasciturus y un océano digital-telemático tortura la poca vida que les resta a los más ancianos. Una de las experiencias en un templo.¿Decir esto es de carca? ¿Hablar de conciencia, espíritu y humanismo es de carcas? ¿Comparar gatos y perros con el non nato es carca? No, tal y como están las cosas es de progresistas, el progresista defiende la vida de todas las edades, no la muerte y el edadismo vergonzoso, quien firma esto es total y absolutamente materialista, creo que en la propia materia está el alma, el progreso y la revolución interior, coincido con magníficos cerebros como Eduard Punset que afirmó, basándose en mentes brillantes: “El alma se ha hecho carne en el cerebro”, como creían algunos de los primeros científicos. Imaginación, emociones y memoria son los tres atributos o facultades del alma. En el siglo XVII, el médico inglés Thomas Willis fue uno de los creadores de la neurología y comenzó a situar el alma en el cerebro. A partir de estos planteamientos, cada cual puede creer lo que estime cierto, pero tenemos algo indudable: el arte de Alqvimia Musicae -síntesis entre lo clásico y lo digital- alimenta esas tres facultades del alma y eso resulta hoy más imprescindible que nunca. Diez años despuésMe cuenta Beatriz Rivas que en estos 10 años de trayectoria la Fundación ha ido creciendo y madurando, a través de distintas actividades artísticas siempre orientadas al cumplimiento de sus fines. Tras diversas experiencias audiovisuales en lugares que se pueden observar en la web de la institución, como son los casos de la Catedral de Baeza, Capilla del Salvador (Úbeda), Basílica de María Auxiliadora (Sevilla), Catedral de Menorca, Conventual Santo Ángel (Capuchinos), en Córdoba, Santisteban del Puerto (Jaén), Catedral de Sevilla, Iglesia San Luis de los Franceses (Sevilla), MengaStones Festival, etc., para conseguir llegar a mayor número de personas y por consiguiente dar mejor cumplimiento a los fines fundacionales, Alqvimia Musicae emprende esta nueva etapa en la misma línea pero con algunos cambios importantes en aras de la calidad y la excelencia. Se han producido cambios en el organigrama interno de la Fundación. El patronato ha cambiado de presidencia, a los años de dedicación, compromiso y excelente labor de Juan Pitel, la institución ha recibido con ilusión al nuevo presidente, el patrono Javier Duro, periodista y empresario experto en startups. Igualmente, se incorpora como vicepresidenta la empresaria Alicia Encarnación Carrizosa, propietaria de MKR, y el economista Alberto Arteaga como patrono y secretario. La parte de creación plástica y visual, así como la gerencia, siguen a cargo de la ya muy citada artista Beatriz Rivas.[articles:342778]Para mí, como alguien vinculado a la cultura en Sevilla desde los inicios de los años 70, es una satisfacción comprobar cómo personas pertenecientes a diversos sectores influyentes de la ciudad demuestran que no todo va a estar en manos de fundaciones no sevillanas ni andaluzas. Por supuesto que no sobran y hay que agradecerles su relevante labor, pero es que Sevilla siempre ha estado necesitada de un segmento social ilustrado que mantenga las tradiciones al mismo tiempo que recupera poco a poco aquel espíritu de la otra Sevilla universal: la de Francisco Guerrero de Burgos, Francisco Correa de Arauxo, Cristóbal de Morales, Manuel del Pópulo, Bécquer, Cernuda, los Machado, Pablo de Olavide, Manuel Font de Anta, Chaves Nogales, Alejandro Sawa, Manuel Castillo…Nombres a tener en cuentaLa nómina musical, artística y cultural en general de personas vinculadas a Alqvimia Musicae para este nuevo periodo de su historia no puede ser pasada por alto y hemos de enorgullecernos de que sea numerosa y merezca siquiera una mención ya que son los mimbres sobre los que va a concretarse un proyecto de altos vuelos que consolidará ese estar en Andalucía y por supuesto ir más allá de la propia Andalucía. En el plano artístico, Alqvimia Musicae comienza este nuevo periodo de su labor con un recital mariano el próximo viernes 17 de este mes de octubre en la Hermandad del Silencio (Sevilla) a cargo de Marian Pérez, Nerea Berraondo, Valerio Losito, Rafael Muñoz-Torrero y Daniel Díaz. Y es que hay cambios importantes tales como el nombramiento de los nuevos directores musicales, el romano Valerio Losito, violinista de renombre internacional, y el catedrático de violín Rafael Muñoz-Torrero. El primero ha ofrecido más de un centenar de conciertos desde 2006 además de llevar a cabo una intensa actividad educativa y el sevillano Rafael Muñoz-Torrero ha colaborado en la Orquesta Barroca de Sevilla y redescubrió en su primer disco al violinista también sevillano Fernando Palatín (1852-1927).Enorme cantidad de colores.Cantantes principales para la nueva época de la Fundación son las voces de la Mezzosoprano Nerea Berraondo y la soprano Marian Pérez. Nerea Berraondo, que comenzó a formarse musicalmente con 6 años, ha llevado a Andalucía y Sevilla por diversos lugares de España y el mundo (Madrid, París, Viena, Nueva York…) a pesar de ser navarra, aunque sevillana de adopción. Nerea Berraondo - 'La Habanera', en La Revuelta.Últimamente ha sido protagonista en diversos medios de comunicación -en TVE acompañada al piano por Anna Malek- lo que ha levantado una gran expectación en torno a su persona y no pocos rencores muy propios de seres que tienen la costumbre de intentar derribar a quienes llegan muy alto en lugar de alegrarse por ello y por su papel en la creación del esperado Festival de Ópera de Sevilla y no someter a esas personas a rencores e intereses personales y profesionales. Por su parte, la soprano Marian Pérez nació en Tomares (área metropolitana de Sevilla). A los 15 años comenzó su carrera en la Coral Polifónica Municipal de Tomares bajo la dirección del compositor y director Vicente Sanchís Sanz. Posee una intensa formación musical y ha interpretado a Monteverdi, Bach, Frescobaldi, Schutz, entre otros.[articles:342251]El equipo de Alqvimia Musicae se va engrandeciendo según cada proyecto con artistas de primer nivel como es el caso del organista Eudald Danti, junto a personalidades de la talla de Aldo Mata, Aglaya González, Alejandro Casal, Antonio Alcántara, Eloy Orzaiz, Miguel Rincón, Amaia Blanco y algunos más, así como con colaboraciones especiales protagonizadas por el DJ Carlos Jiménez, el jinete Ángel Peralta, el artista plástico José Márquez, el compositor José Díaz, los organistas y pianistas Daniel Díaz y Jesús Campos. Colaboran, asimismo, en otros proyectos, Natalia Kuchaeva, María Camps, Fran Escala, Alfonso Padilla, María del Carmen Jiménez, Miguel Romero, Adrián Fernández, Ana Krenes, María de Gracia Ramírez... Consolidación y proyección externaAlqvimia Musicae es ya una organización que desde Andalucía ha consolidado su trabajo y piensa seguir combinando pasado, presente y futuro en un contexto de proyección internacional. Como novedad en sus puestas en escena destaca la incorporación de repertorios de música antigua, recuperando partituras inéditas de grandes compositores que permitirán desarrollar varios estrenos mundiales. Igualmente están previstos proyectos de óperas poco representadas -sólo Sevilla ha inspirado más de 150 óperas-, en formatos pequeños y ambientadas con la creación visual digital como soporte fundamental más otras representaciones fusionando la música actual con otras disciplinas. La entidad sevillana contempla además proyectos de colaboración con entidades afines en el extranjero principalmente en Italia y Portugal y con algunas entidades españolas, así como la colaboración puntual con reconocidos grupos musicales. Por último, aunque, como suele decirse, no menos importante, Alqvimia Musicae ha demostrado desde su creación una especial predilección por el cuidado y la conservación del órgano. En este sentido, está próximo a firmar un acuerdo de colaboración con el Instituto Español del Órgano Histórico. Esta línea de trabajo ha llevado a la entidad a ser la mantenedora del órgano hidráulico del Alcázar de Sevilla en un convenio que se prolonga hasta 2028.