Es la primera vez que una cola resulta más atractiva que el interior. Al menos eso pasa hoy, con Jorge Martínez y Robe Iniesta esperando turno para seguir haciendo lo que les ha dado la gana donde sea que estén. Y es que esta mañana, de madrugada, todavía cojos por la muerte del primero, nos encontramos con que Robe Iniesta, de tan sólo sesenta y tres años, también ha perdido el interés en seguir vivo. Robe era un hombre lobo en Plasencia, un poeta de la tierra, un gamberro ilustrado con plaza en la escuela de la ternura. Deja atrás un silencio que parece un acorde suspendido, un verso escrito desde dentro de las palabras, con la voz baja, casi... Ver Más