Durante décadas dimos por sentado que Urano y Neptuno estaban formados por enormes capas de hielo de agua. Pero un modelo híbrido desarrollado en Zúrich muestra algo inesperado: ambos mundos podrían tener interiores dominados por roca, no por hielo. La idea desmonta una clasificación entera de planetas y plantea nuevos enigmas sobre su magnetismo y formación.