Un maltratador con orden de alejamiento cose a cuchilladas a su novia: «La he apuñalado tres veces o más»

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Nuevo y escalofriante caso de violencia de género en Madrid. En este suceso, la rápida intervención de la Policía Municipal ha evitado lo que parecía una muerte segura: la de una joven veinteañera cosida a puñaladas por su pareja, sobre el que pesaba una orden de alejamiento por capítulos de agresiones machistas previas hacia ella. Pese a todo, habían vuelto a retomar la relación, pues ella creía que él había cambiado. Algo que casi nunca sucede en sujetos de esta calaña. Los hechos ocurrieron el pasado miércoles, 10 de diciembre, sobre las nueve y media de la mañana, en el distrito de Puente de Vallecas. La emisora del 092 comisionó a los primeros actuantes a un domicilio del segundo piso de la calle de San Claudio, 115, en Palomeras Sureste. El aviso entró como una discusión con arma blanca dentro de una vivienda. Una vez que los patrulleros llaman a la puerta, les abre el sospechoso. Se trata de Ángelo A. M. M., dominicano de 21 años. Él mismo se identificó ante los agentes y les dijo: «He sido yo quien la ha apuñalado y pido asistencia para ella». Los policías municipales entraron con la defensa eléctrica táser y su cámara encendida, pertrechados con escudos. En el salón, tendida decúbito supino y sangrando abundantemente, estaba la muchacha, española de 25 años. Se apretaba con una toalla sobre las heridas para paliar la hemorragia. Además, los agentes comprobaron que había útiles, como una fregona y un cubo, que el sospechoso habría utilizado para limpiar la sangre de la casa. Los agentes practicaron los primeros auxilios, taponándole las cuchilladas, mientras que daban aviso al Summa-112. Los sanitarios contaron al menos cinco heridas, además de varias de defensas en las manos. Ella explicó que se encontraba esa mañana en la cocina cuando comenzaron una discusión por el dinero de la compra de un teléfono móvil. Entonces, él tomó un cuchillo y se lo clavó en la clavícula. Intentó zafarse como pudo y, en el forcejeo, ambos cayeron al suelo y la apuñaló en la espalda, concretamente en el omoplato izquierdo. La joven salió corriendo, para intentar esconderse en una habitación, pero Ángelo la agarró y comenzó a golpearla. Toda la escena, por cierto, fue observada por el novio de la hermana del encartado, sin que hiciera nada. Es más, el tipo, que es el verdadero morador del piso, se fue de allí y los dejó solos. Los policías municipales detallaron que la intención del maltratador era claramente acabar con la vida de la chica. Es más, comprobaron que pesaba sobre él una orden de alejamiento del 15 de junio de 2024 y que debía expirar el 4 de junio de 2026, según los datos que maneja ABC. Llegó tras una sentencia condenatoria por malos tratos del juzgado de lo Penal número 32 de Madrid. Los agentes le engrilletaron y fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional del distrito de Puente de Vallecas. Allí, dijo de manera espontánea que había tenido «una discusión»: «Nos hemos enzarzado y he cogido un cuchillo y se lo he clavado en la clavícula y luego más veces. Al menos, tres veces más, pero no descarto que hayan sido unas pocas más», reconoció. Añadió que, efectivamente, se había cambiado de pantalones, «porque estaban llenos de sangre», y fregó la casa. Está acusado de tentativa de homicidio y quebrantamiento de condena. La víctima fue trasladada en estado grave al hospital Infanta Leonor. El Grupo de Delitos Violentos (DEVI) de la Brigada Provincial de Policía Científica acudió al piso y recabó numerosos vestigios del suceso. Ángelo A. M. M. presenta reseñas policiales previas y, al cierre de esta edición, no ha trascendido si el juez de guardia ha ordenado su ingreso en prisión, extremo bastante probable habida cuenta de las características de este caso. Por suerte, al menos, no hay que lamentar una vida más segada por la violencia mchista.