El 15 de diciembre del año 1617, siguiendo la decisión tomada por el capítulo general de la orden franciscana en Toledo en el año anterior y por el que la orden se comprometía a defender teológicamente la Inmaculada Concepción de la madre de Jesús, el Ayuntamiento de Toledo realizó solemne juramento de defender la limpia e inmaculada concepción de María . Este domingo se ha renovado este voto, que se mantiene de forma interrumpida desde hace 408 años, y fue el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, quien leyó las palabras pronunciadas entonces : «Y así Toledo por su ayuntamiento y en voto y voz de todos sus vecinos delante de Dios omnipotente y trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo y de la bienaventurada madre de Dios, la Virgen María y de todos los ángeles y santos de la corte celestial y de todos los presentes a quienes por testigos jura y vota que ahora y siempre afirmará y defenderá que la gloriosa Virgen María fue concebida sin pecado original y que nunca cayó en ella esa mancha , sino que fue preservada de ella por los méritos de la redención de su hijo Jesucristo, nuestro Señor y así lo jura«. El alcalde ha recibido la imagen de la Inmaculada Concepción a la puerta de la iglesia del monasterio de san Juan de los Reyes, hasta donde llegó en procesión procedente de la Casa de las Religiosas de María Inmaculada (servicio doméstico) y acompañada por un cortejo formado por un conjunto de faroles representativos de las hermandades, cofradías y capítulos de Toledo, además de fieles y ciudadanos que se agolparon en la plaza de San Antonio para ver la salida de la imagen. La cabecera del cortejo ha incorporado una representación del milagro de Empel, un acontecimiento histórico que en 1585 vinculó de manera especial a los Tercios españoles con la Inmaculada. El delegado Diocesano de Religiosidad Popular, Hermandades y Cofradías, Juan Ignacio López Serrano, también en la procesión junto a Juan Miguel Ferrer Grenesche, canónigo capellán mozárabe, ha explicado que el acto celebrado este domingo «no es un mero recordatorio histórico, sino que tiene un gran valor en el el momento presente, es un momento en el que vivimos un acto vivo de amor a la Santísima Virgen María». Y ha añadido que el voto que la ciudad de Toledo hizo público para defender la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen fue principalmente tres cosas. «Una afirmación de la fe porque promete defender la Inmaculada Concepción de la Virgen en un momento de debates teológicos y de encontradas discusiones y la ciudad se adelantó. Por voz de su corporación municipal supo acoger la fe y supo hacer pública esta verdad que la Inmaculada Concepción fue concebida sin mancha de pecado», ha apuntado. Pero además, el voto de la Inmaculada es también un acto de esperanza, «porque en María vemos lo que Dios quiere realizar en cada uno de nosotros. El plan de Dios es que en nuestra vida triunfe la gracia, que en nuestra vida las tinieblas no tengan ningún lugar y todo eso ya lo hemos cumplido en María Santísima», ha subrayado Juan Ignacio López y ha agregado que también es «un acto de confianza, porque acudimos a María como unos hijos que acuden a su madre. Y en esta noche venimos a traerle todo lo que nos preocupa, venimos a traerle nuestra vida, nuestro corazón con sus cosas buenas y sus cosas a veces no tan buenas», ha sentenciado. Finalizado el acto, la imagen ha emprendido el recorrido de regreso por la calle del Ángel. Antes ha realizado una parada ante el monumento a la Inmaculada situado en la plaza de san Juan de los Reyes, y en ese momento y también por primera vez, la Tuna Universitaria de Toledo ha rendido un homenaje musical a la virgen, incorporando así un gesto festivo e inédito a la tradición.