La reacción de los devotos tras el reencuentro con la Macarena: "Está tal y como la conocíamos"

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La jornada de la Inmaculada en Sevilla ha estado marcada por el regreso de la Esperanza Macarena a su altar en la basílica, después de casi cuatro meses retirada del culto por un proceso de restauración. La expectación era evidente desde horas antes de la apertura del templo, con largas colas que comenzaron a formarse de madrugada y que reflejaban el anhelo de los fieles por contemplar de nuevo la imagen. Sobre las cuatro de la mañana empezaron a concentrarse las primeras personas en el entorno de la basílica, desafiando el frío y con la mirada puesta en el momento previsto para las seis, cuando finalmente se abrieron las puertas. A esa hora accedieron los primeros grupos de devotos, que se encontraron a la Virgen situada a los pies de su altar, en un espacio preparado para un encuentro cercano y directo que permitiera apreciar los resultados de la nueva intervención. Imagen de la Esperanza Macarena de Sevilla, que ha vuelto hoy lunes al altar de su basílica. JULIO MUÑOZ / EFE La restauración ha sido realizada por el especialista Pedro Manzano, con el objetivo de corregir aspectos derivados del anterior trabajo efectuado por el también restaurador Francisco Arquillo, una intervención muy cuestionada. Parte de las críticas se centraban en cambios percibidos en las pestañas y en la expresión de la mirada de la imagen, un elemento especialmente sensible para sus devotos. A lo largo de la mañana, la afluencia fue creciendo y las colas se prolongaron hasta cuatro horas de espera. Sin embargo, quienes aguardaban en silencio o entre comentarios compartidos destacaban que la emoción y la ilusión compensaban el tiempo en la fila. Algunos devotos expresaban que esperaban recuperar "la restauración del corazón de muchos sevillanos" y reencontrarse "con la Virgen tal y como la conocíamos". Otros aseguraban que la nueva estampa de la imagen les recordaba a fotografías antiguas, con un aspecto que consideraban más cercano al que siempre habían tenido en su memoria y devoción. Gran presencia de devotos en el regreso de la Esperanza Macarena. JULIO MIUÑOZ / EFE Entre los comentarios más repetidos se encontraba la expectativa de volver a verla "como siempre, reluciente y preciosísima", tras unos meses de ausencia que muchos percibieron como una etapa difícil. Para algunos, el regreso suponía cerrar "una pesadilla" tras la polémica del anterior proceso. Mucha emoción y recogimiento Mientras unos buscaron fotografías filtradas en redes sociales para anticipar el encuentro, otros prefirieron llegar sin referencias previas para vivir la emoción de forma más intensa. En ambos casos, la reacción fue unánime: la presencia de la Macarena restaurada generó emoción y recogimiento. La afluencia continuó durante todo el día festivo, con una imagen constante de colas, miradas expectantes y un ambiente de fervor devocional. La basílica se convirtió en escenario de escenas de emoción, promesas cumplidas y lágrimas discretas, reflejo de la intensidad con la que se vive la devoción a la Virgen en Sevilla. El regreso de la Macarena ha generado, así, una jornada de gran significado religioso y simbólico, marcada por la fe, la tradición y la memoria compartida de miles de personas que han querido reencontrarse con una imagen que, para muchos, forma parte de su vida desde siempre.