El mayor estudio publicado hasta la fecha es claro: la única manera de dejar de tomar antidepresivos es de manera lenta y con apoyo psicológico. De hecho, hacerlo así previene la recaída en la depresión en una medida similar a permanecer con los antidepresivos. Esta investigación, publicada hoy en la revista The Lancet Psychiatry, es relevante por varios motivos: el 30% de las personas a las que se les prescribe antidepresivos no tiene realmente depresión; el 40% los toma durante cinco años o más; y el 22% lo hace de forma indefinida. Sin embargo, este tratamiento tiene efectos secundarios adversos si se toma durante mucho tiempo, sobre todo disfunción sexual y menor capacidad de expresar sentimientos. Por eso, este estudio, que revisa 76 ensayos controlados que implican a 17.000 personas, subraya la importancia de adaptar la prescripción a cada individuo, con una retirada gradual e individualizada del tratamiento, junto con apoyo psicológico.Seguir leyendo