Es uno de los dosieres más divisivos entre los países de la UE. Todavía resuenan en Bruselas las batallas en 2015 por la crisis de refugiados llegados desde Siria. Diez años después, la Comisión Europea trata de sanar las heridas y poner en marcha, ahora sí, un verdadero Pacto Migratorio en la Unión.Se espera que el año que viene, -el 12 de junio de 2026-, entre en vigor plenamente el nuevo Pacto con el que los países con más presión migratoria podrán acogerse a la solidaridad del resto de socios comunitarios.En la reunión de este lunes en Bruselas, el Consejo de la UE ha acordado que los traslados para 2026 serán: 21.000 reubicaciones y 420 millones de euros en contribuciones financieras, unas cifras que son menores a las que pedía España (30.000 reubicaciones y 600 millones).Los países que se podrán beneficiar son cuatro: España, Chipre, Grecia, Italia. Cuatros estados miembros que, según el informe de Bruselas, se encuentran bajo una importante presión migratoria.Esta decisión con cifras menores a las que pedía el gobierno español, se explica porque el pacto comenzará a aplicarse el 12 de junio del próximo año y, por tanto, esas cantidades están contempladas sólo para medio año, no para el ejercicio entero de 2026.España pide más margen de maniobraEl ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha participado en el encuentro. España se ha abstenido en la votación del acuerdo de solidaridad, al no estar conforme con la reducción de cifras.Marlaska ha asegurado en la sala que “debemos buscar un justo equilibrio entre la solidaridad y la responsabilidad que hizo posible el pacto migratorio europeo. El contingente de solidaridad no puede convertirse en un regateo de cifras, sino que debe identificar las necesidades de los estados miembros bajo presión migratoria y atenderlas de la mejor forma”.España, al ver reducidas sus peticiones, pide a cambio tener más margen de maniobra en sus obligaciones como país receptor de migrantes, es decir, tener menos rigidez a la hora de manejar los tiempos en la gestión de los procesos.Los retornos siguen siendo una prioridadUna de las asignaturas pendientes de la UE sigue siendo mejorar las cifras de los migrantes retornados. Ahora mismo, 3 de cada 4 irregulares no vuelven nunca a sus países de origen a pesar de tener vigente una orden que les prohíbe permanecer en suelo comunitario.Los ministros de Interior han dado otro paso en este campo, acordando un sistema que busca acelerar estos retornos. Según Dinamarca, que dirige la reunión porque ostenta la presidencia rotatoria, “se trata de recuperar el control del sistema migratorio. Este paso es histórico, porque, aunque no tendrá un gran impacto ahora mismo, sí tendrá un impacto enorme dentro de unos cuantos años”.La regulación pactada endurece la gestión y aporta a los países más opciones para expulsar a migrantes irregulares. Por ejemplo, facilita la detención de inmigrantes y permite la creación de los polémicos centros de detención fuera de la UE, como los que estableció Giorgia Meloni en Albania. Unos campos de deportación con los que España no está de acuerdo, pero que cada vez tienen más adeptos entre los 27 socios.Se endurecen las políticas migratoriasOtro de los expedientes donde se ha avanzado es la propuesta sobre el concepto de “tercer país seguro”, que así permitirá a los gobiernos tener más opciones para rechazar una solicitud de asilo.El texto acordado no exige de manera obligatoria que exista conexión del migrante con ese país determinado para poder proceder a una devolución. Además, la UE acuerda una lista de países de origen considerados seguros: Marruecos, Colombia, Bangladesh, Egipto, India, Kosovo, Túnez y todos los países candidatos a la adhesión a la UE (salvo que exista un conflicto armado internacional o interno en el país).Según el Consejo, “estas nuevas leyes de migración de la UE tienen como objetivo establecer procedimientos de asilo más rápidos y eficaces para quienes no deberían recibir protección dentro de la UE”. El Comisario europeo de Interior, Magnus Brunner, promete que estas medidas “ayudarán a procesar las solicitudes de manera más efectiva y reducirán presión sobre los sistemas de asilo”.A España no le convencen estos acuerdos alcanzados. Fuentes diplomáticas nos dicen que creen que “no se avanza hacia un sistema común de la UE de retornos, incluso se dan pasos atrás. Seguimos teniendo dudas sobre legalidad de determinadas medidas como la duración de los internamientos, ya que puede haber prórrogas ilimitadas, lo que, en la práctica, supondría un internamiento para siempre”.España se ha quedado bastante sola en esta batalla en la que se abre camino un endurecimiento claro de las políticas migratorias de la Unión Europea.Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.