La caída de la rentabilidad, el halving y la competencia extrema están empujando a las mayores compañías de minería a reconvertir sus centros de datos. En Estados Unidos, instalaciones construidas para mover teravatios de hashrate están siendo transformadas en infraestructuras de IA para Amazon, Microsoft, Google y otros gigantes tecnológicos. Un giro que redefine el futuro del sector y deja en duda quién sostendrá la red de Bitcoin.