Tom Brady (48 años) siempre ha sido un hombre de rutinas, disciplina y lealtades firmes. Pero hay algo que supera su pasión por el deporte o su rigurosa alimentación: el amor por sus perros. El exjugador de la NFL ha confesado que su actual mascota, Junie, es en realidad un clon de su querida Lua , la perra que lo acompañó durante más de una década y que falleció a finales de 2023. A través de un comunicado, el propio Brady explicó que: «Amo a mis animales. Lo son todo para mí y mi familia. Hace unos años, trabajé con Colossal y aproveché su tecnología de clonación no invasiva mediante una simple extracción de sangre de nuestra anciana perra antes de que falleciera». Además, Tom señaló que: «Esto nos dio una segunda oportunidad con un clon de nuestra querida perra», añadió, destacando además que se siente «emocionado por cómo la tecnología de Colossal y ViaGen juntas pueden ayudar a las familias que pierden a sus queridas mascotas, al tiempo que contribuyen a salvar especies en peligro de extinción» La historia de Lua forma parte importante del pasado familiar de Brady. El jugador adoptó a la pitbull mestiza junto a su entonces esposa, la supermodelo Gisele Bündchen, y sus hijos. Durante años, la perra fue un miembro más del clan, apareciendo en sus redes sociales y acompañando a la pareja en viajes y celebraciones. Su muerte, en diciembre del año pasado, dejó un enorme vacío. «Nuestra pequeña Lulu, nuestro ángel guardián se ha ido al cielo. Siempre vivirá en nuestros corazones. ¡Ya la extrañamos mucho! #unconditionallove RIPLua 💔», escribió la modelo en su despedida pública. Pocos meses después de esa pérdida, los paparazzi captaron a Brady saliendo del gimnasio acompañado de una perra sorprendentemente parecida a Lua. En ese momento, muchos pensaron que el deportista había decidido adoptar a otro animal similar para llenar el vacío. La verdad, sin embargo, era mucho más literal: Junie no solo se parecía a Lua, sino que era Lua, genéticamente hablando. La clonación fue realizada por Colossal Biosciences, una empresa biotecnológica con sede en Texas que se ha hecho conocida por su ambicioso proyecto de «desextinción» del lobo gigante. Brady no solo recurrió a sus servicios, sino que también es inversor en la compañía. Según explicó Brady, el proceso con Lua fue completamente seguro: se realizó con una muestra de sangre extraída antes de su muerte, sin necesidad de intervenciones invasivas. Así nació Junie, el clon que hoy vive con él y sus hijos, y que —según quienes lo conocen— tiene el mismo carácter tranquilo y la misma mirada de su antecesora. Con esta revelación, Brady se suma a un selecto grupo de famosos que han decidido desafiar el paso del tiempo en nombre del afecto. Barbra Streisand fue una de las primeras en hacerlo, al clonar a su perra Samantha, fallecida en 2017. La artista explicó en 2018 que de aquel proceso nacieron Miss Scarlett y Miss Violet, dos Cotón de Tulear idénticas a su mascota original. Paris Hilton siguió sus pasos, encargando dos clones de su perra Diamond Baby tras su muerte en 2022. Antes que ellas, Diane von Fürstenberg y su entonces marido, Barry Diller, clonaron a su Jack Russell, Shannon, por unos 90.000 euros. En su caso, el procedimiento se realizó en Corea del Sur, donde esta tecnología se había popularizado entre millonarios y magnates. Pero ningún caso ha sido tan singular como el del presidente argentino Javier Milei , que también recurrió a la clonación tras perder a su mastín inglés Conan. Desde entonces, convive con varios perros genéticamente idénticos, a los que se refiere como sus «hijitos de cuatro patas».