El adelanto electoral propiciado por María Guardiola comienza a desplegar efectos colaterales. El primero es el retraso de la celebración de la XXIX Conferencia de Presidentes que estaba prevista para el próximo mes de diciembre. Según ha podido saber ABC de fuentes gubernamentales , el Ejecutivo ha optado por un retraso técnico, con la voluntad de agendar de nuevo la cita autonómica a la «mayor brevedad posible» , esto es, este mismo mes de enero . El objetivo del cambio de fecha es sortear la primera parada del nuevo ciclo electoral que se abre el 21 de diciembre en Extremadura y fijarla de nuevo antes de que se produzca la siguiente, los comicios en Castilla y León, previstos para marzo pero que podrían llegar a celebrarse en febrero. Según el Reglamento de la Conferencia de Presidentes, las reuniones deben celebrarse con carácter bianual, aunque durante la pandemia se multiplicaron de manera semanal y a partir de marzo de 2022 hubo un vacío de casi dos años hasta diciembre de 2024. La última cita se llevó a cabo en junio en Barcelona y la próxima está previsto que se convoque en Asturias. Es habitual que las cumbres en las que se dan cita los presidentes autonómicos no se convoquen en medio de procesos electorales, de ahí el impasse que se produjo en 2023 , un año muy cargado, con autonómicas y generales, a fin de no politizar el encuentro ni interferir en los comicios. Esto es lo que ha llevado al Gobierno a tomar la decisión de aplazarlo ahora, pero con el ánimo de recuperar cuanto antes una fecha. La normativa de la Conferencia obliga a una reunión preparatoria, dirigida por Ángel Víctor Torres , con la participación de los consejeros de Presidencia de las comunidades autónomas, que todavía no se había convocado cuando Guardiola anticipó las elecciones en Extremadura. La última reunión preparatoria fue escenario de tensiones entre el Gobierno central y el PP , culminando sin acuerdos tras la oposición de las comunidades gobernadas por el PP al orden del día propuesto y forzando, por la mayoría que ostentan, el debate sobre la financiación autonómica privilegiada para Cataluña. Estos conflictos se intensificaron durante la Conferencia de Presidentes en Barcelona, que no logró alcanzar consensos y destacó por la decisión de Isabel Díaz Ayuso de abandonar la sala cuando se usaron lenguas cooficiales por parte de líderes territoriales como el lehendakari Imanol Pradales.